La cadena textil estadounidense Gap cerró el año fiscal 2022, que abarcó de febrero de 2022 a enero de 2023, con un resultado negativo de 202 millones de dólares (190,7 millones de euros), en contraste con el beneficio neto de 256 millones de dólares (241,7 millones de euros) del mismo periodo del ejercicio precedente, según ha anunciado la multinacional, que acometerá un plan de ajuste para ahorrar 283 millones de euros.
El deterioro en las cuentas de la firma textil se refleja en la caída del 6,3% de los ingresos, hasta los 15.616 millones de dólares (14.743 millones de euros), después del pobre desempeño de las dos principales filiales de la cadena, que vieron mermadas sus ventas.
Así, Old Navy facturó 8.234 millones de dólares (7.773 millones de euros), lo que implica una reducción del 9,3%, y Gap comercializó prendas por 3.774 millones de dólares (3.563 millones de euros), un 7,1% menos. Por el contrario, Banana Republic mejoró un 7,1% sus ventas, hasta los 2.116 millones de dólares (1.998 millones de euros), mientras Athleta las incrementó un 2,3%, hasta los 1.480 millones de dólares (1.397 millones de euros).
De hecho, en los resultados presentados, Gap ha detallado un plan para simplificar el modelo de negocio mediante la eliminación de etapas intermedias en la toma de decisiones. De esta forma, se espera ahorrar unos 300 millones de dólares (283,2 millones de euros) al año, de los que la mitad de estos se percibirán ya en los últimos seis meses del ejercicio 2023.
Estas acciones conllevarán indemnizaciones por despidos y «otros costes asociados» que se reflejarán en el beneficio operativo y neto. A este plan de eficiencia hay que sumar otros 250 millones de dólares (236 millones de euros) que se habían anotado durante en el tercer trimestre de 2022.
CAMBIOS EN EL EQUIPO DIRECTIVO
Como consecuencia adicional de los ajustes planteados, Gap acometerá cambios a nivel organizativo, tales como la supresión del puesto de director jefe de crecimiento, ocupado hasta ahora por Asheesh Saksena. Además, la presidenta y consejera ejecutiva de la filial Athleta, Mary Beth Laughton, saldrá «con efectos inmediatos» de la compañía. La directora de personal, Sheila Peters, también abandonará Gap, pero a finales de año.
en 2022, Gap logró contener los costes de venta, por espacios de oficina y operativos en los 15.685 millones de dólares (14.808 millones de euros) comparados a los 15.860 millones de dólares (14.973 millones de euros) registrados doce meses antes, un 1,1% menos.
Ya entre los meses de noviembre y enero, cuarto trimestre fiscal para la compañía, Gap registró pérdidas de 273 millones de dólares (257,7 millones de euros) frente al saldo negativo de 16 millones de dólares (15,1 millones de euros) del mismo periodo de 2021, encadenando ya varios trimestres consecutivos de ‘números rojos’.
Las ventas en el trimestre sumaron 4.243 millones de dólares (4.006 millones de euros), un 6,2% menos que un año antes, por el retroceso de la facturación en las cuatro marcas del grupo.
No obstante, el consejo de dirección ha aprobado un dividendo para el primer trimestre del año 2023 de 0,15 dólares (0,14 euros) por acción.
PERSPECTIVAS FUTURAS
«Para entrar en 2023 en unas mejores condiciones de competitividad, hemos tomado rápidamente decisiones clave para desprendernos del exceso de inventarios, potenciar el equilibrio en la variedad de productos, especialmente en Old Navy y, así, optimizar nuestra estructura de gastos para ahorrar 550 millones de dólares (519,2 millones de euros) al año», ha señalado el presidente ejecutivo y consejero delegado interino de Gap, Bob Martin.
De cara a 2023, Gap afirma que, debido a la incertidumbre macroeconómica y sobre las expectativas de consumo, las ventas del siguiente trimestre podrían caer «alrededor del 5%». Para el total de año, estas podrían reducirse entre el 2% y el 5%.