El elevado nivel de la inflación subyacente en la eurozona, que descuenta la volatilidad de los precios de la energía y de los alimentos, apunta a que será necesario continuar subiendo los tipos de interés más allá de la reunión del próximo 16 de marzo, según ha señalado Philip Lane, ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE) y economista jefe de la institución.
En su análisis de la evolución de la inflación en la zona euro durante una conferencia en Dublín, el economista irlandés ha destacado que se atisban los primeros síntomas de alivio de las presiones inflacionistas, aunque ha subrayado que estas todavía son muy fuertes.
En este sentido, si bien se aprecian presiones más débiles de las materias primas y energía, así como por la actividad económica y los cuellos de botella en el lado de la oferta, los indicadores de costes relacionados con alimentos y el mercado laboral indican presiones más fuertes, en particular de un mercado laboral ajustado y del crecimiento de los salarios.
De este modo, dado que para el BCE la prioridad de la política monetaria es que la inflación regrese a la meta del 2% de manera oportuna, la información actual sobre las presiones inflacionarias subyacentes sugiere que «será apropiado aumentar las tasas más allá de la reunión de marzo».
A este respecto, Lane ha reiterado que la calibración exacta de las futuras subidas de los tipos de interés más allá de marzo debería reflejar la información contenida en las próximas proyecciones macroeconómicas, junto con los datos entrantes sobre la inflación y el funcionamiento del mecanismo de transmisión monetaria.
Al llevar los tipos a un nivel suficientemente restrictivo y fomentar un período de crecimiento por debajo de la tendencia mediante reducción de la demanda, se contrarrestarán las presiones inflacionarias a medio plazo por encima del objetivo y también se garantizará que no se produce un desanclaje de las expectativas de inflación, ha defendido.
En particular, para el ejecutivo del BCE la disminución de la demanda a través del endurecimiento de la política monetaria de la zona euro «significa que los que fijan los precios y los salarios saben que los aumentos excesivos de precios y salarios no serán sostenibles».