Supermercados, industria y empresas reclaman bajar el IVA de carne y pescado y atrasar costes regulatorios

Por Redacción

Supermercados, industria, distribución y empresas de gran consumo han vuelto a reclamar al Gobierno medidas para paliar el alza de los precios de la alimentación como que se incluya a más productos como carne, pescado y conservas en la bajada del IVA y ayudas a las empresas como que se retrasen los costes regulatorios medioambientales un año, que están lastrando a las empresas.

En concreto, representantes de Asedas, Aces, Anged, Fiab y Aecoc han realizado estas demandas al Ejecutivo durante la jornada ‘En defensa del sistema alimentario español’, celebrada en el Congreso de los Diputados, a solicitud del Grupo Parlamentario Popular.

El director general de Asedas, Ignacio García Magarzo, ha reconocido que las medidas adoptadas por el Ejecutivo de Pedro Sánchez ante la situación de alza de precios de alimentación son «correctas, pero insuficientes». «Lo que más nos duele es que no se incluyera una suspensión del impuesto del plástico, que tendrá un impacto de 700 millones de euros y que irá directamente a precios de alimentos», ha indicado.

García Magarzo ha señalado que esta medida «se podía haber aplazado». «Ayer estuve en el Ministerio de Hacienda y recibí la mala noticia de que la recaudación del impuesto del plástico va bien y eso es muy mala noticia para todos», ha lamentado.

El directivo de Asedas, que tiene entre sus asociados a Mercadona, Lidl, Ahorramas, Coviran o Dia, entre otros, ha alertado de que las «ventas de alimentación están cayendo». «Nos estamos jugando la confianza del consumidor. Estamos ante una situación de excepcionalidad y somos los mismos que podemos decir que los precios en alimentación en España han sido de los más bajos de la UE en los últimos 20 años», ha recordado.

Además, García Magarzo ha lamentado los ataques que está recibiendo el sector. «Demonizar a una parte del sector conociendo exactamente la realidad es fruto de la ignorancia y no ayuda a recuperar la confianza del consumidor, que es lo que nos estamos jugando», ha subrayado.

Respecto a los ataques a empresas y empresarios, el director general de Aecoc, José María Bonmatí, ha lamentado esas declaraciones sobre el sector. «Es importante no criminalizar a un sector, porque se tiene que ver que las empresas y los empresarios están siendo parte de la solución», ha subrayado.

De esta forma, Bonmatí ha instado al Gobierno a que se pongan en marcha medidas que ayuden a bajar los costes de producción y a las familias que lo están «pasando mal» por el alza de los precios, señalado que el gran beneficiado de esta situación es el Estado con el aumento de la recaudación. «La bajada del IVA se ha quedado corta, porque no están los productos que tienen más peso en la cesta de la compra, si se incorporan otras categorías el efecto sería mayor», ha recordado.

Además, no ha dudado en calificar de «atropello» los costes regulatorios que sufren las empresas por la entrada en vigor de los nuevos impuestos medioambientales. «Una legislación que llega en el peor momento para los costes de las empresas», ha denunciado.

FIAB RECLAMA AYUDAS A LAS EMPRESAS

Por su parte, el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, ha puesto de manifiesto la «importancia» que tiene la industria agroalimentaria en España, por lo que ha subrayado que «atacar la reputación» de la cadena o de un eslabón es «dañar a un sector estratégico y vital» en España. «Hay que estar unidos en defenderlo y no atacarlo», ha reiterado.

Respecto a la subida de los precios de alimentación por la inflación, García de Quevedo ha recordado que el problema de los costes está lastrando la rentabilidad de las compañías del sector como ponen de manifiesto los resultados presentados esta semana por dos compañías líderes del sector.

«Solicitamos que de forma temporal que se atrasen los costes regulatorios medioambientales durante un año y ayudar a las empresas en su coste energético. También incrementamos la bajada del IVA a más productos de la cesta básica y se debe hacerlo», ha indicado.

Por su parte, la directora de asuntos económicos de Anged, María Cruz Vaca, ha advertido de la necesidad de que se adopten medidas en el actual contexto de alza de precios y que sirvan para reducir los costes. «Si no se toman medidas para reducir los costes, nos vamos a enfrentar a problemas serios de PIB, con una caída real de renta», ha alertado.

Mientras que el presidente de ACES, Aurelio del Pino, ha destacado en su intervención que la distribución es un «aliado fundamental» para todos los eslabones de la cadena alimentaria. «Nos permite establecer unas relaciones en las que toda la parte positiva la podamos compartir con el resto de eslabones», ha subrayado.

VALORIZAR LA CADENA DE VALOR

Por su parte, el partner en EY-Parthenon Retail y Consumo, José Antonio Latre Ballarín, ha apuntado en su ponencia cuál es el «gran problema» de la cadena agroalimentaria, así como ha sido el impacto de la medida de la bajada del IVA del Gobierno a determinados productos de alimentación.

«El gran problema de la cadena de valor agroalimentario es que no genera el suficiente valor añadido bruto suficiente para remunerar a sus agentes. Así, un sector que no genera valor añadido bruto, traslada a los precios su subida de costes», ha explicado.

Por otro lado, Latre ha valorado el impacto que está teniendo en el IPC la rebaja del IVA de los alimentos. «Su impacto no iba a ser muy elevado, porque se han dejado fuera al 33% de la cesta de la compra. Si los precios pasaron en enero de 15,7% al 15,4% no bajan, sino que dejan de crecer tan rápido como lo venían haciendo», ha precisado, subrayando que «reducir impuestos sería bueno para la cadena alimentaria».

De esta forma, ha señalado que el reciente dato del IPC de febrero fue «una sorpresa negativa». «La inflación que todo el mundo esperaba que empezara a reducir no va a empezar aflojar hasta mayo o más adelante», ha indicado.

«No hay una causa definitiva de por qué suben los precios de alimentación, pero los que más suben son los productos más básicos que se caracterizan por tener un valor añadido bruto menor y los que menos son los procesados vinos que tienen más valor añadido», ha explicado.

De esta forma, ha avanzado las cuatro palancas para incrementar la competitividad de la cadena alimentaria que son el «generar valor añadido, valorizar la cadena de valor; la consolidación de operadores, la desintermediación de la cadena, y que cada eslabón sea eficiente y aprovechar las ventajas que ofrece la digitalización.