La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez, ha dado por asumidas todas las responsabilidades por el error de los trenes de Cantabria y Asturias con las nuevas dimisiones anunciadas hoy en Renfe y en el propio Ministerio.
Así lo ha manifestado en una rueda de prensa conjunta con los presidentes de Cantabria y Asturias, Miguel Ángel Revilla y Adrián Barbón, después de que el presidente de Renfe, Isaías Táboas, y la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, hayan dimitido.
«Se produjo un error, que se detectó en febrero de 2021 y se ha tardado mucho tiempo en corregirlo, un tiempo inasumible. Yo tuve conocimiento poco antes de que lo conociese la opinión pública y me trasladé al día siguiente a Cantabria a dar la cara y pedir disculpas», ha admitido Sánchez.
«Dije que se iba a recabar toda la información para esclarecer los hechos y así se ha hecho. La política implica asumir responsabilidades y con estas dimisiones se asumen esas responsabilidades», ha explicado.
No obstante, ha reconocido el trabajo de Táboas y de Pardo de Vera: «Agradezco públicamente su entrega y su trabajo todos estos años, que siempre han desempeñado persiguiendo el bien común, lo que hay que reconocer».
Al mismo tiempo, le ha deseado suerte a sus sustitutos, a Raül Blanco al frente de Renfe, y a David Lucas como secretario de Estado, ambos procedentes del Gobierno, el primero del Ministerio de Industria y el segundo del de Transportes.
La reunión entre los tres se ha saldado con un acuerdo para que los cercanías en ambas regiones sean gratuitos hasta que se entreguen los trenes comprometidos, cuya previsión apunta a 2026. El Gobierno transferirá los recursos públicos necesarios para su cumplimiento.