Llevar barba es una decisión estética que muchos hombres han tomado para proyectar elegancia, masculinidad y madurez.
Sin embargo, cuando la barba no se arregla ni mantiene de manera adecuada, el efecto puede ser contraproducente, transmitiendo suciedad, descuido y desmotivación.
Precisamente, atendiendo la importancia de cuidar la barba, Machoman ofrece a sus clientes una amplia gama de productos con ingredientes de origen natural. Entre ellos se encuentran los aceites para barbas, diseñados para dar a la barba un aspecto saludable, pulcro y estéticamente favorable.
¿Cuáles son las necesidades del vello facial?
El vello que crece en el rostro es, la mayoría de las veces, de una textura gruesa, susceptible a la sequedad y a que sus puntas se orienten de manera arbitraria. Por esta razón, es importante contar con compuestos que lo nutran, lo hidraten, lo suavicen, le den brillo y hagan más fácil su manejo para disponerlo según el estilo de cada uno. Los aceites para barba cumplen con esa función y, además, ayudan a prevenir la descamación o aparición de caspa en la zona de la barba o sus inmediaciones, un factor esencial para conservar el atractivo y la higiene en el rostro.
Dentro de la variedad de aceites para barba naturales que ofrece Machoman se encuentran los de semilla de albaricoque, almendras, argán, jojoba y rosa mosqueta. Dependiendo de las necesidades de cada cliente, escogerá uno u otro, fijándose en los distintos beneficios que ofrecen. Por citar algunos, los aceites pueden ayudar a la regeneración de la barba, dar volumen, aliviar las pieles irritadas, fortalecer el vello y mitigar el deterioro en la piel.
El uso apropiado de aceites para el cuidado de la barba
La aplicación de los aceites es especialmente importante en los primeros días tras el afeitado, ya que es en este periodo de tiempo cuando la piel de la zona de la barba puede presentar irritaciones y requiere de una hidratación más profunda.
Teniendo en cuenta que los aceites para barba de Machoman son de origen natural, se pueden aplicar a diario después de haber lavado y secado la piel sin hacer fricción. Se deben derramar entre dos y cinco gotas del aceite elegido en la palma de la mano, para a continuación esparcirlo sobre la barba y el bigote con un masaje que debe durar hasta que la absorción se logre por completo.
Este proceso puede ser complementado con otros productos, como un champú específico para el bello facial, y con acciones puntuales, como peinar la barba con frecuencia para eliminar residuos y favorecer la circulación del flujo sanguíneo y el aire.