Los niños están expuestos diariamente a una gran cantidad de estímulos e información que no tienen la capacidad de gestionar con rapidez, causándoles estrés.
Esta situación puede influir negativamente tanto en su rendimiento escolar como en el desarrollo emocional. Por esta razón, surgió el yoga infantil como una alternativa efectiva para lidiar con las tensiones del menor. En la actualidad, múltiples colegios imparten yoga dentro de las aulas.
En este contexto, se creó Yoga Maya Kids, una academia online destinada a la capacitación de profesores de yoga y mindfulness para niños. Su fundadora, María Nicolás, es una especialista en el área y con su metodología de enseñanza espera trasmitir la psicología positiva del yoga en la escuela.
¿Cómo notó que los niños necesitan yoga para gestionar el estrés?
Cada vez tengo más gente en mi entorno que practica yoga para eliminar el estrés del día a día porque son conscientes de sus beneficios. Sin darnos cuenta y al ir siempre tan deprisa, se lo enseñamos a los niños: hacer muchas cosas en poco tiempo, hablar bruscamente o no tener tiempo de calidad para uno mismo.
Ellos también necesitan parar e ir hacia dentro. Se les nota en su comportamiento, experimentan estrés y emocionalmente se encuentran irascibles o sensibles.
El yoga nos ayuda a todos a entendernos más a nosotros mismos y a realizar los quehaceres diarios con más atención y equilibrio.
¿Puede mencionar los beneficios o ventajas principales de enseñar yoga a los niños?
El yoga mejora la propiocepción. Aumenta su autoconsciencia y su autoconocimiento. Reduce el estrés y trata problemas físicos y psicológicos derivados de este. Les ayuda a empoderarse y les aporta confianza y claridad mental. Aumenta la empatía, la compasión, el respeto con ellos mismos y con su entorno y mejora el descanso, entre otros.
¿Para quiénes está indicada esta actividad? ¿Cuál es el rango de edad ideal?
Se puede empezar a practicar yoga con niños a partir de los 2 años. Utilizamos juegos y técnicas basados en la disciplina del yoga para lograr los beneficios descritos anteriormente.
¿Cuál es el tiempo aproximado en el que se pueden empezar a notar los cambios positivos del yoga en el comportamiento de los niños?
Se pueden ver los beneficios desde el mismo momento en el que se finaliza una sesión de yoga. He recibido comentarios de los propios niños diciendo “es el mejor momento del día” “me siento superbién” “voy a portarme mucho mejor” “quiero mucho a mis papás”. La sesión les hace volver a su centro y desconectar del mundo por una hora. A largo plazo, por ejemplo, en un mes de práctica, los niños pueden pasar de no prestar atención en casa o en el colegio, a ser más atentos y querer dar su mejor versión.
¿Por qué cree que el yoga infantil y mindfulness deberían incorporarse en el sistema de enseñanza de los colegios?
En el colegio pasan muchas horas escuchando cosas que no les motivan mucho… Ellos tienen que hacer un gran esfuerzo por entender los conceptos de cada asignatura. Si en una hora se hace un descanso de 5 o 10 minutos y se realiza algún juego de atención plena, algún estiramiento del cuerpo o varias respiraciones profundas y conscientes, su predisposición para seguir con la clase es mucho mayor.
El comportamiento con los compañeros y profesores va a ser mejor y su energía a lo largo del día será más equilibrada.
Según su experiencia como formadora, ¿cuáles son las razones principales que impulsan a los padres o colegios a interesarse en el yoga infantil?
Notan que los niños se aburren con facilidad, se dispersan demasiado, tienen comportamientos bruscos o dañinos hacia los compañeros o profesores, sienten que están poco activos, muestran que no quieren moverse de la silla, o, por el contrario, los ven con demasiada energía.
El yoga para niños es una disciplina relativamente nueva. ¿Cómo surgió la idea de crear una escuela de capacitación profesional en la enseñanza de yoga infantil?
El yoga para mí es un estilo de vida, no puedo pasar un día sin practicarlo, me hace bien y lo llevo ya integrado. Antes de tener un hijo me planteaba: ¿cómo puedo enseñar esta maravilla a un niño? Comencé a buscar información y vi que existía el yoga infantil. Fue todo un descubrimiento y cuanto más estudiaba más me gustaba. Además, siempre me han gustado los niños, su carácter y su bondad, les veo muchísimo potencial. Después de muchas prácticas con pequeños de todas las edades, descubrí que había creado mi propia metodología y mi manera de dar una sesión. Algo que no había aprendido de mis profesores de yoga, sino que por mi cuenta realizaba. Mi claro propósito era que más adultos aprendieran esta adaptación para que muchos niños se vieran beneficiados.
¿En qué consiste el sistema de formación en Yoga Maya Kids?
Nuestra metodología se basa en las 8 ramas principales del yoga. No solo se aprenden los asanas o algunos juegos mindfulness, sino que la practicamos de manera completa. Yamas y Niyamas; son los principios éticos y morales, Asanas/posturas, Pranayama/respiración, Pratyahara; control y reconocimiento de los sentimientos y las emociones, Dharana/mindfulness o atención plena, Dhyana y Shamadi; visualización/meditación.
Adaptamos todas ellas mediante juegos, canciones, cuentos, para que puedan aprenderlas de una manera divertida.
¿Cómo ha sido la aceptación del público ante su escuela de formación online?
Muy buena. Durante la pandemia, en concreto, muchos profesores decidieron formarse y muchas familias se interesaron por aprender yoga para sus hijos. Nuestro curso está pensado para hacerlo desde casa y al ritmo de cada uno, por lo que tuvimos muy buena acogida y uno de los aspectos positivos que sacamos de ese año es haber llegado a tantas personas. Ya tenemos alumnas en 75 países del mundo. Muy contentos de que se esté expandiendo esta disciplina y sus beneficios.
¿Cómo visualiza el futuro del yoga y el mindfulness infantil en las escuelas o academias?
Ya está pasando. Por suerte, muchísimos colegios ya lo tienen como extraescolar y cada vez hay más profesores de infantil y de primaria formándose. Las escuelas de yoga para adultos que ya estaban muy solicitadas ahora tienen sesiones también con niños y dan más oportunidades a las familias de hacer incluso sesiones conjuntas. Auguro un futuro en el que el yoga, con todas sus ramas, se enseñe dentro del horario escolar y sea normal respirar profundo, estirarse con libertad y agradecer a la vida en el inicio de cada asignatura.
El bienestar de los niños también requiere momentos de tranquilidad y relajación, esto es posible gracias al yoga. Dicha práctica cultiva cualidades que serán propicias en el crecimiento de los menores.