La empresa estadounidense de movilidad Uber se anotó en el conjunto de 2022 unas pérdidas netas atribuidas de 9.141 millones de dólares (8.513 millones de euros), lo que implica un empeoramiento del 1.742,9% respecto a las pérdidas de 496 millones de dólares (461,9 millones de euros) de 2021.
En cuanto a los ingresos, se situaron en 31.877 millones de dólares (29.688 millones de euros), y suponen un incremento del 45,2% comparado con el volumen de negocio de 17.455 millones de dólares (16.256 millones de euros) del año previo.
Estas cifras reflejan el auge del 31% en los viajes realizados, por los cuales ingresó 14.900 millones de dólares (13.877 millones de euros), y por el aumento del 6% en el envío de comida a domicilio, por el que facturó 14.300 millones de dólares (13.318 millones de euros).
Los costes, por su parte, escalaron hasta los 33.709 millones de dólares (31.394 millones de euros), un 58,3% más. A este factor hay que sumar una cantidad de 7.029 millones de dólares (6.546 millones de euros) en minusvalías latentes, principalmente por inversiones en Aurora, Grab y Didi.
En el cuarto trimestre del ejercicio el beneficio neto alcanzó los 595 millones de dólares (554,1 millones de euros), frente al saldo positivo de 892 millones de dólares (830,8 millones de euros) de un año antes, un 33,3% menos interanual, según ha informado la compañía.
Por su parte, los ingresos trimestrales fueron de 8.607 millones de dólares (8.016 millones de euros), lo que equivale a un alza del 49% comparado con la facturación de 5.778 millones de dólares (5.381 millones de euros) de 2021.
«Hemos cerrado 2022 con nuestro mejor trimestre en la historia, con una fuerte demanda y unos márgenes récord», ha señalado Dara Khosrowshahi, consejero delegado de Uber.