El número de ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales se situó en 7.367 en 2020, cifra que es la más elevada desde 2017 y que supone un incremento del 37,4% respecto a 2019, su mayor repunte anual desde el inicio de la serie, en 2014, según la estadística de ejecuciones hipotecarias publicada este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Con este ascenso, las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales rompen además con cinco años de retrocesos después de que en 2019, 2018, 2017, 2016 y 2015 bajaran un 19%, un 39,8%, un 48,3%, un 30,3% y un 12,6%, respectivamente.
Sólo en el cuarto trimestre de 2020 se registraron 3.018 ejecuciones hipotecarias sobre viviendas habituales, un 67,3% más que en el trimestre anterior, y más del doble que en el cuarto trimestre de 2019.
El objetivo principal de esta estadística es ofrecer trimestralmente el número de certificaciones de ejecuciones hipotecarias iniciadas e inscritas en los Registros de la Propiedad durante el trimestre de referencia. Estadística recuerda que no todas las ejecuciones de hipoteca terminan con el lanzamiento (desahucio) de sus propietarios.
En 2020 se iniciaron 34.750 ejecuciones hipotecarias, un 38,8% menos que en 2019. De ellas, 33.156 afectaron a fincas urbanas (donde se incluyen las viviendas) y 1.594 a fincas rústicas.
Las ejecuciones hipotecarias sobre fincas urbanas bajaron un 38,6% en relación a 2019. Dentro de las fincas urbanas, 18.903 ejecuciones correspondieron a viviendas, un 31,2% menos que en 2019, y de ellas 9.407 eran ejecuciones sobre viviendas de personas físicas, cifra un 27,4% superior a la de 2019.
Por su parte, las ejecuciones hipotecarias sobre viviendas de personas júridicas disminuyeron un 52,8% en el año, hasta las 9.496, mientras que las realizadas sobre solares cayeron un 62,2% en el año del Covid y totalizaron 1.242.