Portugal ha completado el plan de rescate de su aerolínea de bandera TAP. El Gobierno aprobó el pasado miércoles la inyección de 980 millones para recapitalizar la compañía. Se trata del último tramo del cheque estatal previsto en el plan de reestructuración que autorizó la Unión Europea en 2021, cuya dotación total asciende a 3.200 millones de euros.
TAP Air Portugal es la aerolínea más grande de Portugal. La empresa juega un papel clave en el crecimiento del turismo y la economía portuguesa en su conjunto y es un empleador importante en Portugal. En 2019 representó más del 50% de las llegadas y salidas en el aeropuerto Internacional de Lisboa.
La aerolínea sufrió un fuerte impacto por la pandemia y el Gobierno portugués amplió su presencia en el capital de la compañía y aprobó ayudas millonarias al considerarla «estratégica» para el país.
Este martes la aerolínea lusa remitió un comunicado a la Comisión del Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) en el que informaba de la reducción del capital social de 904,3 millones de euros a cero «para cobertura parcial de las pérdidas», y al mismo tiempo la ampliación a 980 millones gracias a un inyección del Gobierno de Portugal.
La compañía detallaba que la ampliación de capital social de cero a 980 millones de euros suscrito íntegramente por la República Portuguesa, a través de la Dirección General del Tesoro y Finanzas, se abonará mediante nuevas aportaciones económicas. Los ingresos se harán en tres fases.
La primera entrada, con fecha actual, es de 294 millones de euros; otros 343 millones de euros el 20 de diciembre de 2023, y los últimos 343 millones se realizarán el 20 de diciembre de 2024.
Como resultado de estas operaciones, el capital social de TAP asciende a 980 millones, representado por 196 millones de acciones, de 5 euros de valor nominal cada una, de las cuales 294 millones de euros están desembolsados.
«En virtud de estas operaciones, TAP mantiene como único accionista directo y beneficiario efectivo a la República Portuguesa, a través de la Dirección General del Tesoro y Finanzas», añade la entidad, cuyo capital está al 100% en manos del Estado luso tras el impacto de la pandemia.
Estos 980 millones de euros están incluidos en los 3.200 millones autorizados por Bruselas para garantizar la viabilidad de la empresa, que se encuentra inmersa en un plan de reestructuración con reducciones de plantilla y de los activos del grupo.
Una vez finalizado el rescate, el Gobierno luso podría proceder a la privatización de la compañía. En principio los principales candidatos para hacerse con la aerolínea lusa son las compañías europeas Lufthansa y Air France-KLM, grupos que precisamente han competido en los últimos meses por la adquisición de la heredera de Alitalia, Ita Airways.
En algunas quinielas también figura la matriz de Iberia y Vueling, International Airlines Group (IAG). El consejero delegado de Ryanair, Michael O’Leary, criticó las ayudas públicas por su influencia en la competencia y se mostró convencido de que TAP sería el siguiente objetivo de Iberia tras hacerse con Air Europa.