Food Delivery Brands, grupo de restauración que cuenta con las marcas de Telepizza y Pizza Hut, ha elevado un 47% sus ‘números rojos’, hasta anotarse pérdidas de 29,6 millones de euros en los nueve primeros meses del año en un contexto marcado por la inflación.
La cadena registró unas ventas de 958 millones de euros, lo que supone un 17,9% más que en el mismo periodo del año anterior y un
4,6% respecto a 2019. Así, la facturación en el tercer trimestre alcanzó los 339,2 millones de euros, un 16,6% más que en el mismo periodo de 2021, según ha informado en un comunicado.
Pese al incremento en las ventas, el negocio se ha visto impactado por la alta inflación, y el resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado durante los nueve primeros meses del año se sitúa en los 28 millones de euros, un 5,8% menos que en el mismo periodo del año anterior debido a la dificultad para repercutir íntegramente la subida de costes a los consumidores.
La compañía prevé que el Ebitda caiga hasta los 36-39 millones de euros al final del año, por debajo de la estimación realizada en el primer trimestre, debido a las débiles perspectivas de ventas para el último trimestre del año y el impacto de la persistente inflación.
Un contexto económico que también impacta en la liquidez del grupo, que se situaba a 30 de septiembre en 26,5 millones de euros, así como en la deuda neta que alcanzó en los nueve primeros meses del año los 412,7 millones, lo que supone un 8% más que en el mismo periodo del año anterior.
Por mercados, en España y Portugal las ventas crecieron durante los primeros nueves meses del año un 8,8% en comparación con el mismo periodo del año anterior, si bien este crecimiento se ha ralentizado en el tercer trimestre como consecuencia de la caída del consumo y las perspectivas económicas, mientras que en el resto de Europa las ventas aumentaron un 0,7% durante este periodo, con Irlanda creciendo al 6,4%.
Por su parte, en Latinoamérica las ventas crecieron un 17,4% durante los primeros nueve meses respecto al mismo periodo del año anterior, con Telepizza creciendo a un 2,5% y Pizza Hut a un 19,2%.
Los efectos de la desaceleración económica continúan siendo menos visibles en la región. Sin embargo, el aumento de los costes de las materias primas y de los salarios empiezan a afectar a la rentabilidad de las tiendas y disminuyendo el interés de los franquiciados por la apertura de nuevos restaurantes.
Durante estos primeros nueve meses, la cadena de restauración ha contabilizado un total de 61 aperturas netas a nivel global. Sin embargo, los efectos arrastrados todavía como consecuencia del Covid, unido a la inflación y la desaceleración económica, han rebajado sus planes de expansión, que prevé una reducción neta de hasta 20 tiendas para 2022.
ANALIZA POTENCIALES ALTERNATIVAS FINANCIERAS Y ESTRATÉGICAS
Por otro lado, Food Delivery Brands ha indicado que la elevada inflación y la duración y profundidad de la desaceleración económica están afectando a la rentabilidad del grupo, así como a la de los franquiciados, cuando aún no habían superado los impactos derivados de la pandemia, lo que ha supuesto un deterioro de las estimaciones de Ebitda y ‘cash flow’.
De esta forma, la enseña ha contratado a Kirkland & Ellis y Uría Menéndez, como asesores jurídicos, y Houlihan Lokey, como asesor financiero, para analizar potenciales alternativas financieras y estratégicas, tanto con sus acreedores como con Yum!, que le «permitan afrontar el impacto de las adversas perspectivas del mercado» para el resto de este año y 2023 y prepararse para el crecimiento futuro.