La gestora de activos del grupo BBVA trabaja en una estrategia de integración de la sostenibilidad que afectará a todos los vehículos de inversión que gestiona, con el fin de incorporar los parámetros medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés) en todas sus inversiones, según informó este lunes.
El plan de BBVA Asset Management, alineado con los nuevos requerimientos regulatorios a nivel europeo en materia de inversión sostenible, contempla como objetivo para 2021 el diseño de una política de voto propia en sus firmas participadas, en línea con los valores de la gestora y con las mejores prácticas internacionales.
La gestora trabajará con cuatro líneas de acción, que incluyen el compromiso de interacción con las compañías en que están invertidos, la exclusión de determinados tipos de entidades, la integración de los factores ESG en el proceso de inversión con un modelo de ‘rating’ interno para los activos en cartera, así como una estrategia de impacto, con inversiones en compañías alineadas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas.
En la práctica, la línea de acción del compromiso se expresará mediante el voto en las juntas de accionistas y la implicación o ‘engagement’. BBVA AM lleva años votando en las juntas de accionistas de las empresas europeas en que invierte y en 2020 amplió este voto a las empresas norteamericanas, utilizando la información de asesores externos.
Su objetivo para 2021 es diseñar una política de voto propia, alineada con los valores de la gestora y con las mejores prácticas internacionales, y que BBVA Asset Management firme los Principios para la Inversión Responsable de Naciones Unidas (UNPRI), como hizo la gestora de pensiones de empleo del grupo en 2008.
El ‘engagement’ consiste en acometer acciones proactivas para influir e implicar a empresas y fondos objeto de inversión para que adopten prácticas de sostenibilidad e incluye acciones como la interacción con compañías y gestoras de terceros, la participación en foros regulatorios o la adhesión a principios sostenibles, entre otros.
«Estas nuevas capacidades y conocimientos nos permitirán además crecer en nuestra oferta de productos con foco en la sostenibilidad o que buscan impactar en determinadas métricas sostenibles y que, estamos convencidos, van a ser de interés creciente por parte de nuestros clientes en los próximos años», ha explicado la directora global de producto de BBVA Asset Management, Lara Marín.
El nuevo plan de sostenibilidad está alineado con una de las prioridades estratégicas del Grupo BBVA de «acompañar a sus clientes en la transición hacia un futuro sostenible», y tiene como objetivo incorporar los criterios de sostenibilidad al proceso de inversión de todos los vehículos de BBVA AM.
CRITERIOS DE EXCLUSIÓN COMUNES AL GRUPO
Desde la gestora matizan que la integración de la sostenibilidad en BBVA AM no se basa en la exclusión de compañías en cartera. Sin embargo, como marcan las mejores prácticas e incluso la regulación en algunas jurisdicciones como Luxemburgo, sí que es necesario establecer la exclusión de determinados tipos de entidades.
En la actualidad, BBVA AM aplica políticas de exclusión en función de unos criterios comunes a todo el Grupo BBVA. En esta política queda fuera las inversiones en armamento controvertido, por ejemplo.
INTEGRACIÓN CON RATING ESG PROPIO
El modelo de integración de los factores ESG en el proceso de inversión se centra en el desarrollo de un modelo de calificación o ‘rating’ interno para los activos en cartera, de forma que se pueda utilizar información extrafinanciera en el proceso de toma de decisiones de inversión.
«La forma más habitual de hacerlo es a través de un ‘rating’, que no es más que una sintetización de información en una escala acotada. Esto es muy útil para medir, transparentar y reportar nuestras carteras en términos sostenibles», ha explicado Lara Marín.
Para construir el ‘rating’, la gestora se apoya en fuentes de datos externas. El análisis muestra una correlación positiva y creciente entre alta puntuación sostenible (o escasas controversias) y mejores rentabilidades frente al mercado. Este estará disponible para acciones, bonos corporativos y gobiernos, y aplicará a un porcentaje significativo del universo inversor de la gestora.
METODOLOGÍA PARA FONDOS DE TERCEROS
El ‘rating’ tiene una escala muy acotada (‘A’, ‘B’ y ‘C’), siendo ‘A’ la mejor puntuación y ‘C’, la peor, reservada para aquellos activos o compañías con peores características sostenibles y que se deberían evitar en las carteras o bien para los que se deberían establecer estrategias de implicación.
Asimismo, el equipo de selección del selector de fondos de BBVA ‘Quality Funds’ ha desarrollado una metodología propia para la asignación de un ‘rating’ ESG a todos los fondos de terceros.
ESTRATEGIA DE IMPACTO
El Pacto Mundial de las Naciones Unidas define las inversiones de impacto como la colocación de capital en empresas sociales y otras estructuras con la intención de crear beneficios sociales y medioambientales más allá del rendimiento financiero.
El objetivo de la gestora para los próximos años es desarrollar un catálogo de implementación de estrategias de impacto a varios niveles, desde ideas hasta activos o productos concretos.
En este ámbito, el grupo ya cuenta con un fondo ‘BBVA Futuro Sostenible’, que dona parte de sus comisiones en diferentes proyectos y que en 2020, repartió más de un millón de euros entre 28 proyectos solidarios.