Los hogares del Reino Unido sufrirán una caída récord de la renta disponible en los próximos años, según las estimaciones de la Oficina de Responsabilidad Presupuestaria (OBR), que advierte de que la crisis borrará los últimos ocho años de crecimiento de la riqueza de las familias, que en 2028 seguirá por debajo de los niveles previos a la pandemia.
La Oficina, que espera que el PIB de Reino Unido se contraerá un 1,4% el próximo año, mientras que la inflación ha alcanzado niveles récord de los últimos 41 años, estima que los ingresos reales disponibles de los ciudadanos británicos bajarán un 4,3% en el año fiscal 2022-23, lo que sería el mayor descenso desde que comenzaron los registros en el ejercicio 1956-57.
A esta contracción récord de la renta disponible de los hogares en el ejercicio en curso seguiría la segunda mayor caída de toda la serie histórica en el periodo 2023-24, con un retroceso del 2,8%.
«Esta sería solo la tercera vez desde 1956-57 que el dato por persona disminuye durante dos años fiscales consecutivos», señala la OBR, que recuerda que la última vez que esto sucedió fue después de la crisis financiera mundial.
De este modo, el desplome acumulado estimado del 7,1% entre el año fiscal 2021-22 al 2023-24 es lo suficientemente grande como para devolver la renta disponible por persona «a su nivel más bajo desde 2013-14».
En este sentido, la Oficina calcula que la riqueza disponible de los británicos para el ejercicio 2027-28 recuperaría el nivel del año 2021-22, señalando que en tal caso permanecería más del 1% por debajo de los niveles previos a la pandemia de Covid-19.
A pesar de la pérdida de nivel de vida estimada, la OBR apunta que la contracción de la renta disponible por persona habría sido aún mayor sin las medidas de apoyo fiscal anunciadas, particularmente la limitación del precio de la energía y otras medidas de apoyo para afrontar el aumento del coste de la vida, que elevan el nivel de renta disponible por persona en un 4,5% en 2022-23 y en un 2,5% en 2023-24, en relación con lo que hubiera ocurrido de otro modo.
Este jueves, el ministro británico de Finanzas, Jeremy Hunt, anunció un plan de consolidación fiscal de 55.000 millones de libras (62.955 millones de euros), con subidas de impuestos con un alcance estimado de 25.000 millones de libras (28.616 millones de euros) y un ajuste del gasto de unos 30.000 millones de libras (34.339 millones de euros).