La cadena de grandes almacenes Macy’s cerró su segundo trimestre fiscal, finalizado en julio, con unos beneficios de 275 millones de dólares (277 millones de euros), lo que equivale a una caída del 20,3% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior, según ha informado este martes la compañía.
En el trimestre, la facturación alcanzó los 5.600 millones (5.646 millones de euros), un 0,8% menos. La firma ha indicado que, en términos comparables, las ventas cayeron un 1,5%.
«Creemos que estamos bien posicionados para responder a las conductas cambiantes de los consumidores. Pese a las presiones inflacionistas, los consumidores siguieron comprando en Macy’s como un destino de estilo y regalos», ha subrayado el presidente y consejero delegado de la firma, Jeff Gennette.
El coste de los productos vendidos entre los meses de mayo y julio fue de 3.422 millones (3.450 millones de euros), un 2,1% más, mientras que los gastos de venta, generales y administrativos crecieron un 4,4%, hasta 1.981 millones (1.997 millones de euros).
De esta forma, en el conjunto de los seis primeros meses de su año fiscal, Macy’s se anotó un beneficio neto de 561 millones de dólares (566 millones de euros), un 25,2% más, tras un crecimiento del 5,7% de la facturación, hasta los 10.948 millones (11.038 millones de euros).