Nueva York arranca una Semana de la Moda en la que predominan las presentaciones virtuales y están ausentes los grandes nombres de antaño, con la excepción del diseñador canadiense Jason Wu, que este domingo por la noche inaugura la cita con la rareza de un desfile presencial.
Esta «Fashion Week» digital, la segunda que se celebra en la Gran Manzana bajo restricciones de capacidad para contener la pandemia de covid-19, refleja el complicado momento que atraviesa el sector con el añadido de que las recientes nevadas y el frío no son el mejor escenario para espectáculos al aire libre.