El Instituto Nacional de Estadística (INE) adaptará el Índice de Precios de Consumo (IPC) de este año a los cambios experimentados en los hábitos de consumo de los hogares como consecuencia de la pandemia.
Así, según ha explicado Estadística, las ponderaciones que afectarán a la cesta de la compra a lo largo de 2021 se actualizan para tener en cuenta el efecto Covid en el consumo.
Eurostat acordó con los Estados miembros de la UE que, de forma excepcional, este año se actualizarían las ponderaciones del IPC con la información de gasto disponible hasta el periodo más cercano al final del año 2020, para poder así recoger el efecto COVID.
La propuesta de Eurostat es que se utilice toda la información disponible que permita obtener una estructura de pesos desagregada, que represente adecuadamente los cambios en el consumo en el año 2020.
Lo que ha hecho el INE es utilizar fuentes de información alternativas que proporcionan datos de consumo más recientes para poder cumplir con las recomendaciones de Eurostat.
A lo largo de 2020 se produjeron distintas situaciones que alteraron los hábitos de los consumidores: el confinamiento, el cierre de establecimientos de venta de productos no esenciales, cierres perimetrales de municipios o comarcas, y limitaciones horarias para permanecer fuera de las viviendas.
«La consecuencia de todo ello es que la estructura de ponderaciones del IPC obtenida mediante el proceso habitual no es representativa del comportamiento del consumidor a lo largo de 2020, ya que actualiza con gastos del año 2019 y precios del año 2020, pero no tiene en cuenta las cantidades consumidas en el año 2020», indica el INE.
Por tanto, el organismo señala que, de no actualizarse las ponderaciones al año 2020, el IPC calculado durante 2021 «no representaría adecuadamente la situación actual», ya que los productos cuyo consumo se redujo considerablemente por el efecto Covid estarían sobrerrepresentados y aquellos cuyo consumo ha aumentado tendrán un peso inferior al que deberían tener.
La actualización que ha llevado a cabo el INE se centra en aquellas subclases que a priori se han visto más afectadas por la pandemia con el objetivo de contar con un IPC adaptado a los cambios de comportamiento de los consumidores, cambios que no suelen ser muy significativos, pero que en 2020 fueron muy relevantes por el Covid.
Entre las subclases de la cesta de la compra que se verán afectadas por esta actualización de las ponderaciones se encuentran alimentos y bebidas no alcohólicas; bebidas alcohólicas; automóviles (nuevos o de segunda mano); motocicletas; combustibles; vuelos nacionales e internacionales; transporte de pasajeros por distintos medios; cines, teatros y salas de concierto; paquetes turísticos; restaurantes; servicios de comida rápida y para llevar; hoteles, campings, albergues y otros servicios de alojamiento; servicios funerarios, y servicios recreativos y deportivos.