La secretaria de Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, ha planteado a los ministros de Finanzas del G20 la necesidad de cooperación y de evitar medidas proteccionistas para abordar el actual momento «extremadamente difícil» para la seguridad alimentaria mundial, agravado por la invasión rusa de Ucrania.
La guerra ha llevado a una crisis mundial de inseguridad alimentaria a medida que los precios de los alimentos, los fertilizantes y el combustible se dispararon, ha señalado Yellen, que ha acusado al presidente ruso, Vladimir Putin, de «utilizar los alimentos como arma de guerra».
En este sentido, la estadounidense ha instado a los países del G20 a «dar el ejemplo» y evitar respuestas políticas contraproducentes, como las restricciones a la exportación y el almacenamiento, que distorsionan los mercados y aumentan aún más los precios.
Del mismo modo, ha planteado que los gobiernos deberán enfocar las respuestas fiscales hacia los más necesitados en lugar de emplear subsidios generales que son regresivos y costosos.
Por otro lado, Yellen ha subrayado la necesidad de aprovechar al máximo la arquitectura existente de seguridad alimentaria y agricultura, incluyendo los bancos multilaterales de desarrollo, las agencias de alimentos, el Programa Mundial de Agricultura y Seguridad Alimentaria, así como el FMI y la OMC.
«No necesitamos nuevas instituciones. Necesitamos una sólida coordinación, intercambio de conocimientos, investigación y desarrollo, financiación y acción», ha afirmado la estadounidense, para quien la Alianza Global para la Seguridad Alimentaria «es útil».
Por otro lado, ha propuesto considerar cómo mejorar la cooperación entre los ministerios de Finanzas del G20 y las demás autoridades relevantes, incluso mejorando la transparencia de los datos.