Los bancos están trabajando con los supervisores para analizar la evolución del riesgo de crédito de manera preventiva, con el objetivo de evitar que la crisis económica desencadenada por la pandemia del coronavirus se convierta en una crisis financiera, según informaron a Europa Press en fuentes financieras.
El Gobierno ha anunciado que reformará el marco legal existente para poder aumentar las ayudas directas a autónomos y empresas afectados por la pandemia de la Covid-19, una vez que la Comisión Europea revisó el marco comunitario de ayudas de Estado, que incluye la posibilidad de conversión de las ayudas en forma de anticipos reembolsables, garantías, préstamos u otros instrumentos en subvenciones directas.
Según avanzó esta semana la vicepresidenta tercera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, el Ejecutivo está explorando «todas las opciones» que permitan reforzar la solvencia de las empresas viables.
Según publica este miércoles el diario ‘El País’, los bancos, las patronales financieras, el Banco de España, el Tesoro y Oliver Wymann están analizando los créditos concedidos con aval del Instituto de Crédito Oficial (ICO) para determinar qué empresas deben ser las beneficiarias de las ayudas directas.
Desde la cúpula de diferentes bancos han defendido en los últimos meses el papel del sector como canalizador de las ayudas al tejido productivo, por su experiencia en la gestión de riesgos y en el análisis de datos de los clientes, lo que les permitiría identificar los negocios viables.
Las fuentes consultadas por Europa Press explican que los bancos están analizando los créditos concedidos durante la pandemia para evaluar el riesgo de crédito y evitar turbulencias financieras. Este análisis se estaría realizando por iniciativa propia, pero también en colaboración con los supervisores.
Dichos esfuerzos se están complementando con análisis agregados a nivel sectorial que utilizan «métodos científicos objetivos». De hecho, el Banco de España suscribió el pasado mes de enero un acuerdo de colaboración con las patronales AEB y CECA por el que les facilitará determinada información de su Central de Información de Riesgos (CIR) y su Central de Balances para que la utilicen en un estudio que realizarán para identificar medidas para atender las posibles necesidades temporales de liquidez ocasionadas por la pandemia.
En concreto, estudiarán fórmulas que acomoden las condiciones de la financiación concedida en el marco del programa de avales del ICO a la capacidad de pago de los acreditados, con la finalidad de facilitar una gestión eficiente del riesgo de crédito que mitigue los posibles impactos en la estabilidad financiera.