El grupo turístico TUI registró durante el primer trimestre de su ejercicio 2020/2021 –entre octubre y diciembre– unas pérdidas netas atribuidas de 802,9 millones de euros, lo que supone multiplicar por más de seis (un 524,3% más) los ‘números rojos’ del mismo periodo del año pasado, cuando perdió 128,6 millones.
Las restricciones de viajes por la pandemia de coronavirus y las incertidumbres por la evolución del virus han marcado las cuentas del gigante turístico, que confía en las vacunas y el impulso de pruebas rápidas «fiable» para que los países reabran fronteras y poder relanzar el negocio.
La compañía registró durante el primer trimestre de su actual ejercicio una pérdida operativa (Ebit) de 720,9 millones de euros, un aumento del 825,4%, mientras la facturación se redujo un 87,8%, hasta 468,1 millones de euros.
La compañía ha recordado el impulso de un tercer paquete de financiación, con un volumen total de 1.800 millones de euros, que se completó con éxito en la última semana de enero.
Incluyendo el tercer paquete financiero y la amortización anticipada del bono senior con un volumen de 300 millones de euros con vencimiento en octubre de 2021, TUI contaba con unos recursos financieros de 2.100 millones de euros a 3 de febrero de 2021. «De este modo, el grupo se asegura una mayor liquidez hasta el regreso previsto del negocio», han recalcado desde la compañía.
2,8 MILLONES DE RESERVAS PARA VERANO CON PRECIOS UN 20% SUPERIORES
A pesar de las incertidumbres actuales debidas a la rápida evolución de la situación de la pandemia, la demanda de vacaciones de verano «es buena», según ha indicado la entidad.
En concreto, TUI ha registrado un total de 2,8 millones de reservas para el verano de 2021, alrededor del 56% de las reservas realizadas en las mismas fechas para el verano de 2019, con precios medios un 20% superiores a los del verano de 2019.
No obstante, el grupo ha señalado que las incertidumbres de la pandemia y los requisitos de cuarentena y de viajes, que están en constante cambio, están teniendo un impacto en el calendario de reservas, como se esperaba. Como ya ocurrió el verano y el otoño pasados, los clientes están reservando con menos antelación y, por tanto, más tarde en el año.
«Los veraneantes se están poniendo al día y están dispuestos a pagar más por sus vacaciones. Para el turismo, pero también para las empresas de hostelería y cultura, esta tendencia es una buena señal. El mercado y los clientes están en el punto de partida, la demanda está ahí», ha explicado el director general de TUI Group, Fritz Joussen.