El laboratorio francés Sanofi cerró 2020 con un beneficio neto atribuido de 12.314 millones de euros, lo que equivale a más que cuadriplicar las ganancias registradas en 2019, según las cuentas anuales que ha publicado este viernes la empresa.
El abultado cambio en el resultado después de impuestos de la compañía se debe al impacto en sus cuentas de la venta de su participación en Regeneron, que ha supuesto un impacto positivo de 7.382 millones de euros. Además, las cuentas de 2019 también estuvieron afectadas por el impacto atípico de devaluación de activos, que supuso un cargo negativo de 3.604 millones de euros, frente a los 330 millones registrados en 2020.
Las ventas netas de la farmacéutica se mantuvieron prácticamente estables en 2020, situándose en 36.041 millones de euros. Por segmentos de negocios, las ventas de medicamentos de cuidados especializados (oncología, enfermedades raras, neurología y trastornos de la sangre) crecieron un 19,5%, hasta 10.954 millones de euros, al tiempo que el área de medicinas generales (diabetes, enfermedades cardiovasculares y otras) se contrajeron un 11%, hasta 14.720 millones.
Por otro lado, la empresa ha informado de que los ingresos procedentes de la división de vacunas crecieron un 4,2%, hasta 5.973 millones de euros), al tiempo que la rama de medicamentos sin recetas y otros productos de higiene facturaron 4.394 millones, un 6,4% menos.
El coste de los productos vendidos durante el año fue de 12.157 millones de euros, un 1,5% más, mientras que los gastos de venta y generales se contrajeron un 5%, hasta 9.390 millones de euros. La partida de investigación y desarrollo (I+D) fue de 5.529 millones de euros.
Únicamente en el cuarto trimestre de 2020, el beneficio neto atribuido de Sanofi fue de 1.081 millones de euros, frente a las pérdidas de 10 millones contabilizadas entre octubre y diciembre de 2019. Las ventas, de su lado, cayeron un 2,4%, hasta 9.382 millones de euros.