El arrendamiento de una habitación era la práctica más habitual desde hace décadas cuando se trataba de encontrar un coste reducido para acceder a la vivienda durante los estudios. Actualmente, además de seguir siendo habitual, se ha convertido en una práctica normal cada vez que uno se muda a una ciudad nueva. Los motivos principales son la flexibilidad en temporalidad que ofrece y el coste reducido en comparación al de un apartamento. Por este motivo, tras años de experiencia en el alquiler por habitaciones y unos miles de inquilinos, Javi Da Corsa, fundador de THR Coliving, da algunas recomendaciones a tener en cuenta si se está buscando una habitación.
Sobre la búsqueda y los anuncios
El experto recomienda desconfiar de textos mal redactados o habitaciones demasiado baratas, evitar reservar por transferencia sin ver la vivienda y si se tienen dudas sobre el arrendador. «Prueba a publicar en grupos de redes sociales y portales; qué es lo que buscas y presupuesto real», añade. Además, aconseja valorar pagar más si las condiciones generales del piso son mejores que el resto (perfil de compañeros, existe legalidad, ubicación y conexiones, distancia a tu trabajo o centro de estudios).
La visita
En la visita, no se puede olvidar ser puntual e ir con buena presencia. «Haz preguntas sobre la vivienda y compañeros actuales, cómo es el vecindario, estado de la vivienda y habitación, cuánto va a tardar el casero en devolverte la fianza, los gastos, etc.», aconseja Javi Da Corsa. Según él, es importante hacer un contrato y que exista justificante de cada pago realizado, así como las condiciones y cláusulas acordadas en el contrato. En él, también quedará reflejada la entrega de fianza que será devuelta al finalizar la estancia.
Una vez dentro
«Deberás saber que cada persona puede ser muy diferente a ti y que la comunicación es fundamental. Es posible que compartáis el mismo techo durante muchas horas al día», recuerda Javi Da Corsa. El experto recomienda establecer normas entre los inquilinos, aprender de las experiencias de vida de los compañeros, respetar horarios, seguir a cabo con el planning de limpieza, etc. «A fin de cuentas, te puedes llevar un pedacito de familia cuando dejéis de ser compañeros».