Viajar a Portugal puede ser una aventura increíble. Encontrarás bosques nevados, lagos, ríos y hermosas playas, y todavía hay muchos lugares secretos en Portugal. Unos destinos que siguen siendo desconocidos para la mayoría de españoles. Desde pueblos medievales hasta cascadas encantadoras, descubre los cinco destinos de vacaciones más secretos de Portugal.
1. Cascada de Fisgas do Ermelo
En lo más profundo del interior de Portugal, en la zona de União de Freguesias de Ermeloy Pardelhas en Vila Real, encontramos uno de los lugares más atractivos del país vecino. Se trata de la Cascada de Figas do Ermelo, una de las más grandes de Europa, con 200 metros de longitud y cuyas aguas provienen del río Olo. Es una auténtica obra de la naturaleza para quienes admiran las grandes cascadas.
Para llegar hay que seguir las indicaciones del camino de las Fisgas de Ermelo, que comienza relativamente cerca de la Iglesia de Ermelo. Aquí puedes dar un paseo y tener la posibilidad de refrescarte en sus piscinas naturales. También puedes hacer una parada en el mirador del Alto da Cabeça Grande y hacer espectaculares fotos panorámicas.
El mejor momento para visitar el Parque Natural de Alvao es en primavera y verano. Toda el área montañosa de unos 70 km2 está protegida.
2. Aldeia de Xisto de Gondramaz
Mientras la mayoría de la gente se ha lanzado a conocer la aldea de Monsanto en Idanha-a-Nova, que ha saltado a la fama por acoger algunas escenas de la última serie de la saga Juego de Tronos, te ofrecemos uno de los secretos de Portugal. Se trata de la aldea Gondramaz en Miranda do Corvo, que prácticamente está aislado del mundo.
Es uno de los ejemplos de pueblos hechos en pizarra de la región, y sus casas cuentan con grabados esculpidos en sus fachadas. Las montañas cercanas también son un lugar agradable para pasear y descubrir la naturaleza, también para los amantes de las bicicletas de montaña.
3. La misteriosa cascada de Lagoa do Vento
La cascada Lagoa do Vento es, sin duda, un lugar de ensueño. Ubicada en la isla de Madeira, es uno de los lugares menos conocidos de la región, especialmente por los turistas. Lagoa do Vento, en Calheta, es un lugar majestuoso rodeado de montañas que cambian la tonalidad de las aguas de la cascada.
El camino para llegar a Lagoa do Vento es irregular, pero está señalizado. Es recomendable llevar ropa cómoda y calzado adecuado, ya que el suelo puede estar resbaladizo.
En esta zona llamada Rabaçal, donde nacen las nubes en Madeira, hay otros lugares secretos que te llevan a idílicas piscinas naturales, como la Levada da Dona Beja, la Levada das 25 Fontes o la Levada do Risco.
4. El castillo medieval de Sortelha
Regresamos al continente para explorar uno de los pueblos portugueses más antiguos. Fundada en 1228, Sortelha es una aldea ubicada en el municipio de Sabugal, distrito de Guarda. Es una especie de ciudadela en plena naturaleza, donde se puede ver una robusta fortaleza, un icónico castillo medieval y casas que parecen sacadas de las rocas para aprovechar al máximo la luz del sol. Curiosamente, los lugareños son conocidos como “lagartixos”.
En tus vacaciones en Sortelha puedes comprar una cesta de frutas para poner en tu cocina hechas de bracejo, una planta autóctona en la zona. Una parada obligatoria es Largo do Corro, donde se pueden admirar las imponentes casas de piedra.
La atmósfera mística y algo inusual se siente en todo el pueblo. Después de todo, este es uno de los lugares más secretos de Portugal para los amantes del aire y de la lluvia. Esto es lo que permite que las piedras tengan fisonomías particulares y den lugar a leyendas y mitos, como en el caso de la piedra Cabeça da Velha.
5. Mirar al Duero desde otra perspectiva
¿Quién dijo que pasar unas vacaciones en Portugal es simplemente conocer la región vinícola del Duero? También está la frontera del Duero, oficialmente llamado Parque Natural del Duero Internacional, que limita entre Portugal y España. Su agreste paisaje se extiende sobre 86.835 hectáreas y tiene una altitud de 600 metros, lo que permite catalogarlo como el ‘Gran Cañón’ de la Península Ibérica.
En este parque hay numerosos miradores, pero el que más destaca es el Miradouro da Fraga Amarela en Vilã Chã de Braciosa, donde se puede contemplar en todo su esplendor el recorrido del río. Fraga Amarela es, de hecho, el nombre que recibe la gigantesca pared de granito, que es incluso un punto de prestigio para los practicantes del ‘birdwatching’. (observación de aves). Douro Internacional es un lugar perfecto para los grupos de amigos más valientes.
Además de este mirador, no pierdas la oportunidad de explorar las aldeas cercanas de Vila Chã y Picote. En estos destinos encontrarás algunos alojamientos locales, una calzada romana, numerosos restos arqueológicos e incluso molinos, esculturas y sepulcros rupestres.