El ‘Global Entrepreneurship Monitor’ (GEM) lleva desde 1999 siguiendo el pulso del emprendimiento en el mundo. Analiza la mentalidad, las motivaciones, las actividades y ambiciones y el marco de los países para hacer florecer o no el emprendimiento dentro de sus fronteras. Cuando se cumple su vigésima edición, se puede decir que el emprendimiento está en auge, dado que muchos gobiernos están proponiendo marcos y mecanismos para promoverlo.
Cincuenta economías han participado este año en la encuesta en la que se basa el GEM. Once son de Oriente Próximo y África, ocho de Asia y Pacífico, ocho de Iberoamérica y Caribe y veintitrés de Europa y América del Norte. Cinco están calificadas como de ingresos bajos, doce de nivel medio y las treinta y tres restantes de ingresos altos. Más de 150.000 individuos han respondido a entrevistas.
El estudio plantea algunas conclusiones partiendo de diversas preguntas. La primera es una clásica: ¿el emprendedor nace o se hace? El acceso por parte de los emprendedores a una red de emprendedores es un factor importante para la promoción del emprendimiento, indican en el informe. “Silicon Valley y los otros hubs de innovación de perfil alto se han beneficiado de esta dinámica”, indican. El GEM de este año indica que la proporción de adultos (16-64 años) que conoce a alguien que ha iniciado un negocio en los dos últimos años varía considerablemente entre los países: desde menos de uno de cada cinco en Japón a más de cuatro de cada cinco en Arabia Saudí. “Esta variación global refleja en parte diferentes ratios de emprendimiento, pero también dice algo sobre la cultura y las normas sociales”, indican.
El GEM de este año señala que Japón cuenta con el menor porcentaje de adultos viendo buenas oportunidades para empezar un negocio: uno de cada diez. En el otro plano está Polonia, con nueve de cada diez, y Suecia e India con ocho de cada diez.
La autoestima y la confianza en las posibilidades de tener éxito son indicadores de preparación para el emprendimiento. Más de la mitad de la población considera en 36 de los 50 países que tiene habilidades, conocimientos y experiencia para empezar un negocio. Menos de la mitad de los que ven buenas oportunidades en 42 de los 50 países se detendría por miedo a fracasar.
Más de seis de cada diez adultos en Egipto, India, Madagascar y Guatemala aseguran que raramente ven oportunidades de negocio. Una proporción similar afirma en estos países que, aunque la vieran, difícilmente se lanzarían. ¿Por qué en algunas economías sus ciudadanos son reticentes a emprender?, se preguntan en el estudio. El GEM apunta a diversas posibilidades para cambiar esta mentalidad, como pueden ser fortalecer a los emprendedores, cambiar políticas o educar más o de manera diferente.
La siguiente pregunta que se hace el GEM es dónde están las colmenas globales de emprendedores. Las desvelan identificando los mayores niveles de emprendimiento en fase inicial (Total early-stage Entrepreneurial Activity –TEA–). De nuevo, las cifras varían mucho: desde el 5% o menos de los adultos en Italia, Pakistán, Polonia y Japón a más del 35% en Chile y Ecuador. Entre las cincuenta economías participantes, los seis mayores niveles están la región de Iberoamérica y el Caribe. “Las condiciones para los negocios pueden ser difíciles en muchas economías de Iberoamérica y el Caribe, pero está claro que la actividad emprendedora es alta”, señalan. “Puede parecer paradójico, pero quizá se deba a factores como las normas sociales y culturales, la ausencia de alternativas de ingresos, la extensión de la competencia y el rápido crecimiento de las economías”, añaden.
Un buen indicador de la salud del emprendimiento en una economía es el nivel de propietarios de negocios establecidos (Established Business Ownership, EBO). Solo el 2% o menos de los adultos lo son en Puerto Rico, Egipto, México y Omán, comparado con el 20% en Madagascar, 16% en Brasil, 15% en Guatemala y Ecuador y 14% en Grecia. Según indican en el informe, en muchas economías la proporción de adultos que empiezan y dirigen un negocio excede a la que posee un negocio establecido. Puede ser un retraso de estas economías que experimentan un crecimiento en el emprendimiento que todavía no se refleja en la madurez de la actividad. En cualquier caso, para los analistas del GEM expresa las dificultades en algunas economías para que las empresas que comienzan se conviertan en negocios establecidos.
Más de siete de cada diez emprendedores en India, México, Puerto Rico, China y Arabia Saudí están en el sector de servicios a consumidores, frente a los cuatro de cada diez en Croacia, Letonia, Macedonia del Norte y Noruega. “Los servicios para consumidores quizá sean relativamente low-cost y con barreras bajas para entrar –una victoria fácil para emprendedores–, pero la competencia es feroz y los márgenes son bajos. Emprender en sectores con diferenciación alta, productos y servicios difíciles de replicar, es algo deseable, ya que son de alto valor añadido para los individuos y las economías”, indican en el informe.
La siguiente pregunta de GEM es si la mentalidad emprendedora se extiende entre los empleados a lo largo del globo. “En el actual escenario de rapidez de movimientos y de cambios continuos en los negocios, altamente influido por el acelerado progreso tecnológico, las empresas están valorando crecientemente las habilidades emprendedoras entre sus empleados”, afirman en el informe. En Emiratos Árabes Unidos, Reino Unido y Australia, más del 8% de los adultos desarrolla actividades emprendedoras, como el desarrollo de nuevos bienes y servicios, dentro de su empleo, comparado con menos del 1% en dieciséis de las cincuenta economías del estudio. ”Es un indicador suficientemente débil en muchas economías como para inferir que el emprendimiento dentro de las compañías no ha despegado todavía en el mundo”, señalan.
Los nuevos datos recogidos por el GEM indican que muchos de los que empiezan un negocio comparten la propiedad con su empleador. “En trece de las cincuenta economías, el nivel de estos nuevos emprendimientos esponsorizados excede al nivel de emprendimientos independientes. Quizá sea un indicador de un interés creciente en unos modelos de negocio más compartidos, menos autocráticos, y/o de equilibrar la actividad de startups (empresas tecnológicas de reciente creación) independientes con el apoyo de organizaciones establecidas”, indican.
El GEM se pregunta también cuáles son las motivaciones de los emprendedores. La proporción de adultos que empieza un negocio para cambiar el mundo varía desde menos de dos de cada diez en algunas economías a siete de cada diez en Sudáfrica, Guatemala, Panamá e India. Más de ocho de cada diez de los que empiezan un negocio en Irán, Catar, Pakistán, India e Italia lo hacen para hacerse ricos. Esta cifra se compara con los dos de cada diez que desean lo mismo en Noruega y en Polonia. “Estos indicadores reflejan que la creación de riqueza individual no es la única motivación de los emprendedores. La nueva generación de emprendedores tiende de manera creciente a ser aspiracional de otros modos”, indican.
En algunos países hay más emprendedores cuya motivación viene de la tradición familiar. Se debe en buena medida a razones culturales y sociales, pero también a la naturaleza de los negocios. Continuar con la tradición familiar es un motivo para comenzar un negocio en más de ocho de cada diez casos en Polonia y en la India, y en menos de uno de cada diez en Reino Unido y en Corea del Sur.
La motivación para emprender puede obedecer también a la inseguridad laboral. Así ocurre en treinta y cinco de las cincuenta economías del estudio: más de la mitad de los adultos que empieza un negocio lo hace para poder sobrevivir porque los puestos de trabajo son limitados.
Menos de uno de cada diez de los que comienzan un negocio en Colombia espera no añadir nuevos empleos en los próximos cinco años, comparado con seis de cada diez en China y Madagascar. El caso de China puede ser más sorprendente debido a la monstruosa capacidad de innovación de esta economía, especialmente en la última década. “Quizá indique que las empresas más pequeñas toman más protagonismo, o se deba a nuevos modelos de negocio en los que los emprendedores trabajan dentro de una cadena de valor de socios (partners), de modo que decrece la necesidad de contrataciones internas, o simplemente obedezca a una ralentización en el crecimiento de nuevos negocios”, indican en el informe.
Más de la mitad de los que empiezan un negocio en Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos o Catar esperan añadir seis o más empleos en los próximos cinco años. Para los analistas de GEM, este dato deja una interesante pregunta no respondida: ¿Reflejan las ambiciones de crecimiento recursos disponibles o son la muestra de una sociedad en transición?
El informe se cuestiona también sobre si los emprendedores están realmente innovando: “Más de uno de cada veinte adultos de siete economías (Canadá, Colombia, Guatemala, Ecuador, Panamá, Chile y Emiratos Árabes Unidos) está empezando o dirigiendo un nuevo negocio con productos o servicios que dicen que son nuevos, al menos, para su localización. Es un signo alentador de que la innovación está entrando realmente en el corazón de la innovación”.
En cuanto a la importancia de la edad, el informe indica que tiene relevancia, pero quizá es mayor la incidencia de otros factores como el acceso a recursos, tradición familiar, migración e inmigración.
La inversión informal es aquella que ocurre cuando un individuo invierte en el negocio de otro. Los ratios de inversión informal son de menos de un 2% de los adultos en diez de las cincuenta economías, y de más de un 10% en cuatro economías (Chile, Guatemala, Omán y Arabia Saudí). “La inversión media va desde menos de 500 dólares en cuatro economías a más de 10.000 dólares en ocho, entre ellas dos (Suiza y Corea del Sur) donde la media rebasa los 20.000 dólares. Los niveles de inversión informal reflejan claramente recursos disponibles, pero probablemente también un fallo del sistema financiero en la conexión con la financiación de los emprendedores. El acceso insuficiente a la financiación puede excluir a muchos posibles emprendedores que tienen medios limitados y que no poseen riqueza personal o acceso a una red acaudalada de inversores informales”, indican en el informe.
La proporción de adultos saliendo de un negocio en los pasados doce meses oscila entre menos del 2% en cinco economías y el 10% o más de países como Omán, Jordania y Emiratos Árabes Unidos. En cinco economías (Suiza, Suecia, Canadá, Portugal y Luxemburgo) la proporción de salidas de negocios que continúan su existencia excede al porcentaje de negocios que no lo hacen.
El informe GEM analiza también si el marco de los países es o no favorable para el emprendimiento. Entre los valores que lo evalúan, la infraestructura física es el más codiciado, y la educación emprendedora en la escuela es el menos considerado. Con estas pautas, Suiza ocupa el puesto más destacado, seguida de cerca por Holanda y Catar. Cuatro de las diez primeras economías son de Europa y América del Norte; cuatro de Asia y Pacífico y dos de Oriente Próximo y África. “Estos datos indican que la innovación y el emprendimiento son parte cada vez más importante del panorama empresarial en una amplia variedad de países aparte de los sospechosos habituales, como Estados Unidos”, señalan en el informe. En la parte baja de la clasificación hay cuatro economías de Oriente Próximo y África, tres de Iberoamérica y Caribe, dos de Europa y América del Norte y una de Asia y Pacífico. Irán muestra el dato más bajo junto con Puerto Rico y Paraguay.
¿Aumenta el emprendimiento como una tendencia global? Hay cinco economías que han participado en el GEM de manera ininterrumpida a lo largo de los últimos diecinueve años. Cuatro de ellas (Estados Unidos, Holanda, Reino Unido y Brasil) han visto subir la media de empresas de reciente creación (TEA –Total early-stage Entrepreneurial Activity–) y de negocios establecidos (EBO –Established Business Ownership–). Solo España ha experimentado ha visto únicamente incrementos en EBO.
Otras dieiciséis economías han participado en los últimos diez años en el GEM sin interrupción. Doce han crecido en TEA y nueve también en EBO. Colombia y Grecia tienen niveles relativamente estables de empresas de reciente creación, pero decrecen en negocios establecidos. “Quizá plantee preguntas sobre la viabilidad de los nuevos negocios en estos países y apunte dificultades en la transformación de nuevos negocios en unos consolidados”, indican desde GEM.
El informe GEM ha recogido datos de otras dieciséis economías en 2001, 2010 y 2019. En todos los casos, el número de empresas de reciente creación fue mayor en 2019 que en 2010. El año 2010 fue un año de crisis financiera. Se nota en que trece de las dieciséis economías tuvieron menos empresas de reciente creación que en 2001.
Para trece de estas dieciséis economías, el número de empresas de reciente creación fue mayor en 2019 que en 2001. “Para España fue un poco más pequeño, pero para México e Italia fue sustancialmente más pequeño”, explican en el GEM.
En general, los datos de GEM sugieren algún incremento en el emprendimiento en las dos décadas pasadas en la mayoría de las economías participantes en el informe. “Sin embargo, dada la creciente retórica en torno al emprendimiento y su importancia en el mundo, los datos indican que el emprendimiento no está creciendo probablemente al mismo ritmo de la retórica”, concluyen desde GEM.