El turismo gastronómico puede convertirse en un motor de desarrollo para el mundo rural y en un verdadero antídoto para luchar contra la despoblación. Esta es la principal conclusión a la que llegaron los participantes en el Foro Mundial de la Organización Mundial del Turismo (OMT) sobre turismo gastronómico, que se celebró esta semana en la ciudad belga de Brujas organizado por la OMT y el Basque Culinary Center.
El foro se centró en buscar las mejores formas de diseñar estrategias y prácticas de turismo gastronómico que garanticen el uso sostenible de los recursos y la promoción de los productos y conocimientos locales, así como el consumo responsable.
«El turismo gastronómico aporta vitalidad a las comunidades rurales, apoya a los pequeños productores locales de alimentos y refuerza su posición en el mercado, contribuyendo a añadir valor a la experiencia turística y promoviendo al mismo tiempo la conservación y el desarrollo de productos y conocimientos locales», aseguró el secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili.
La sexta edición del este foro que se celebró en Brujas (Flandes, Bélgica) del 31 de octubre al 2 de noviembre, se centró en la capacidad del sector para apoyar a las empresas rurales, crear empleo y proteger y promover la cultura y el patrimonio.
Por primera vez el foro incluyó una sesión especial dedicada a la gastronomía africana, reconociendo su potencial como herramienta de desarrollo socioeconómico que puede ayudar a los destinos de todo
el continente a potenciar su marca distintiva y promocionarse ante nuevos públicos. La sesión concluyó con la firma de un memorando de entendimiento ente la OMT y los chefs de África.
ANTÍDOTO CONTRA LA DESPOBLACIÓN
Los expertos reunidos en el foro concluyeron que la gastronomía resulta especialmente eficaz en la lucha contra la despoblación por su capacidad para generar sinergias y dar lugar a puestos de trabajo que, a su vez, fijan a los vecinos en estas regiones al tiempo que atraen a nuevos trabajadores en busca de oportunidades. Así lo expresó el director general del Basque Culinary Center, Joxe Mari Aizega, que invitó a «promover el desarrollo económico y social desde el campo a la mesa».
«El turismo gastronómico ofrece una oportunidad única de promover el crecimiento económico de las comunidades rurales. Además, constituye una forma de implicar a los diversos agentes de la cadena de valor de la gastronomía», explicó.
Para el ministro de Flandes, Matthias Diependaele, «con los sectores de la gastronomía y el turismo en un punto de inflexión, creemos que es necesario avanzar hacia un turismo gastronómico con valor añadido para nuestros destinos, nuestros residentes, nuestros empresarios locales y los visitantes»
Los expertos reunidos en el foro consideran que el desarrollo del turismo gastronómico representa una valiosa oportunidad en las zonas rurales para construir economías inclusivas, ya que puede impulsar negocios locales, la integración social y económica, la realización personal, y el desarrollo social.
En su opinión, el turismo gastronómico agrega vitalidad a las comunidades rurales, conectadas a través de mercados, festivales, historias, recetas y recuerdos. Además, es compatible con pequeños, productores de alimentos locales y fortalece su posición en el mercado contribuyendo a agregar valor a la experiencia turística al tiempo que se promueve la conservación y desarrollo de productos locales y tradiciones culinarias.
El turismo gastronómico puede, de este modo, mejorar la imagen de los destinos, empoderando a las comunidades locales y ofreciendo a agricultores y productores rurales a pequeña escala la posibilidad de utilizar su patrimonio culinario para promover el turismo.
REFORZAR LA COORDINACIÓN.
Para garantizar que el turismo gastronómico pueda crecer como motor de desarrollo rural, los participantes reconocieron la necesidad de reforzar la coordinación entre las políticas de turismo, agricultura y desarrollo rural a nivel global, nacional y local.
Además, reclaman incluir el turismo gastronómico como parte de las estrategias de recuperación turística para apoyar el empleo y las economías inclusivas en vista de sus efectos multiplicadores. También abogan por impulsar el turismo gastronómico como herramienta de desconcentración reduciendo la presión en destinos turísticos que tienen una mayor concentración de demanda.
Asimismo, los expertos reclamaron en sus discursos promover estrategias y prácticas de turismo gastronómico que aseguren el uso sostenible de los recursos y la puesta en valor de los productos locales. El objetivo sería impulsar la identidad cultural de los destinos promoviendo gastronomía, productos y conocimientos de la tierra, favoreciendo su plena integración en la cadena de valor del turismo y utilizando su promoción como pilar del turismo y del desarrollo socioeconómico.
También consideran imprescindible impulsar iniciativas que promuevan la innovación y el desarrollo de habilidades para ofrecer vínculos gastronómicos y turísticos en las zonas rurales creando las condiciones necesarias para la inversión, la atracción y la retención de talento, así como los vínculos necesarios entre las zonas rurales y urbanas.
Para finalizar los expertos abogaron por incentivar la digitalización del turismo gastronómico en las zonas rurales para aumentar el impacto económico del turismo en estos destinos.
En el evento celebrado en Brujas, el foro también dio a conocer a emprendedores con talento que están respondiendo a los retos que plantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) a través de la innovación en la cadena de valor del turismo gastronómico.
Las ‘startups’ seleccionadas, centradas en la acción climática, la reducción de residuos, la creación de comunidades sostenibles y la protección de los ecosistemas, entre otras cuestiones, presentaron sus ideas a los participantes en el foro.
Entre las ‘startups’ estaban Faroo (Italia), Rutopia (México), Apadrina un Olivo (España), Katla Aero (Suecia) y la ganadora de la Competición Mundial de Startups de Turismo Gastronómico KITRO (Suiza).
La próxima edición de este foro mundial de turismo gastronómico tendrá lugar la próxima primavera en la prefectura de Nara (antigua capital de Japón), ubicada en la región japonesa de Kansai, famosa por su sake y su té verde Yamato.