Pollo rebozado con sabor a patata frita, pizza de supermercado y hamburguesa de pan congelado. Estos son los platos que se suelen encontrar en el bar de la esquina de la mayoría de los pueblos del país. La gastronomía es uno de los factores afectados por la centralización del mercado en las grandes ciudades. Por este motivo, Canalla Delivery ha apostado por el modelo de negocio más gamberro que da a los “viciosos” – como llaman a sus clientes – de pequeños y grandes municipios la oportunidad de disfrutar de la comida de calidad.
Escuchar a los “viciosos” para garantizar el éxito del negocio
La restauración organizada, basada en la inclusión de varias franquicias del mismo sector dentro de una sola compañía, es un modelo de negocio muy establecido en las ciudades. De todos modos, cuando se trata de localidades más pequeñas, su rentabilidad es más cuestionada. Consciente de este vacío en el mercado, el equipo de Canalla Delivery ha desarrollado un formato de empresa que, además de satisfacer esa necesidad de los pueblos, garantiza la máxima rentabilidad a los franquiciados. Este sistema se basa en la venta de franquicias de restauración organizada adaptadas a las características comerciales de la zona. En ese sentido, se van incorporando a la cadena aquellas marcas gastronómicas que más demanda pueden tener en la población en cuestión según los expertos de Canalla Delivery.
Placer para todos
El éxito de Canalla Delivery no solo se basa en el óptimo funcionamiento del modelo de negocio, sino en la calidad que se ofrece al cliente final. La compañía trabaja con algunos de los mejores chefs del país, capaces de subir la temperatura de cada plato y elevar el placer al máximo nivel. Los amantes del pollo pueden chuparse los dedos con los fingers de Pollos Compadres, una de las marcas de la empresa. Los más picantes, en cambio, pueden optar por los tacos de El Jefe Chingón, y los más viciosos pueden atreverse a derretirse con los tequesitos de American Vice. Para los que nada es multitud, Canalla Delivery ofrece la opción de comprar varios platos de distintas marcas en el mismo pedido. De este modo, hasta los grupos de “viciosos” más indecisos pueden ponerse de acuerdo.
Este sistema de negocio tan gamberro lleva menos de un año en funcionamiento. Su inauguración se desarrolló en Colmenar Viejo, un municipio de la Comunidad de Madrid que ha dado una gran acogida a la propuesta. De hecho, ya son varios los emprendedores y empresarios interesados en incorporar las marcas de Canalla Delivery a su oferta, no solo por la calidad gastronómica, sino por el asesoramiento comercial que ofrece la empresa de principio a fin para optimizar la rentabilidad del negocio.
Desde el realismo, la imperfección y alejándose de todo lo correcto, Canalla Delivery ha conseguido rentabilizar un negocio necesario para las poblaciones españolas, a la vez que ha logrado satisfacer el placer de los más “viciosos”.