Unicaja Banco ha propuesto una reducción de 1.513 puestos de trabajo y el cierre de 395 oficinas, lo que equivale al 16,5% del total de la plantilla y el 27% de la red de sucursales tras la integración de Liberbank, según informaron fuentes sindicales de la reunión de la mesa negociadora celebrada este martes.
La cita de este martes ha sido la segunda del periodo informal de consultas, previo al periodo formal de negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
Según ha desglosado el sindicato independiente Cesica, el excedente identificado por la empresa asciende a 1.950 empleados, aunque existe un total de 437 trabajadores de Unicaja pendientes con compromisos de salida, por lo que excluyendo a ese colectivo el total de empleos afectados asciende a 1.513.
La reducción de plantilla afectará en mayor medida a los trabajadores de oficinas. En concreto, Unicaja Banco ha planteado una reducción de 1.005 empleos en el la red de oficinas y de 508 puestos de trabajo en los servicios centrales.
Según informan los representantes laborales, Unicaja Banco ha comunicado durante la reunión su intención de aplicar movilidad geográfica, para preservar el máximo de empleos posible, y de armonizar las condiciones de trabajo entre los empleados de Unicaja Banco y los procedentes de Liberbank, pero sin incurrir en más costes.
EL BANCO JUSTIFICA EL ERE POR LA BÚSQUEDA DE RENTABILIDAD
Según fuentes de Unicaja Banco, la entidad ha considerado necesario poner en marcha una medida de despido colectivo, como mecanismo legal previsto para llevar a cabo el redimensionamiento interno, «tras un riguroso análisis técnico de la situación económica, productiva y organizativa de la entidad».
El proceso de negociación se centrará en el redimensionamiento de la plantilla, movilidad geográfica y modificación de condiciones de trabajo, como respuesta a la consecución de los objetivos estratégicos de la entidad previstos en el proyecto de fusión.
Además, desde la entidad han comunicado que el proceso se enmarca «dentro de las tendencias sectoriales dentro de un entorno complejo y sujeto a múltiples retos» y va orientado a mejorar la rentabilidad y eficiencia, «deterioradas en el sector por el entorno bajos tipos de interés, la necesidad de acometer mayores provisiones, la mayor presión regulatoria, las cuantiosas inversiones en tecnología requeridas ante la transformación digital del sector y la necesidad de mantener y mejorar el atractivo de la entidad para captar inversores y capital necesarios para aumentar la financiación crediticia a empresas y familias y apoyar el desarrollo económico de la sociedad».
Unicaja Banco pretende conseguir la mejora de la rentabilidad y la eficiencia y preservar una posición competitiva en el mercado a través de la eliminación de solapamientos y el aprovechamiento de economías de escala, adaptando su estructura al contexto actual, caracterizado por una transformación generalizada del sistema financiero.
Unicaja Banco integró legalmente el pasado 30 de julio a Liberbank, una operación que ha dado como resultado a la quinta mayor entidad bancaria española, con unos activos cercanos a los 113.000 millones de euros y más de 4,5 millones de clientes.
Según el plan de fusión, la ratio de eficiencia se situará en torno al 50% y la rentabilidad alcanzará al menos el 6% en términos de ROTE en 2023, mientras que las sinergias alcanzarán los 192 millones de euros anuales, de forma plena a partir de 2023.
SINDICATOS VELARÁN POR LAS SALIDAS VOLUNTARIAS
Durante la negociación, los representantes de los trabajadores velarán por el mantenimiento de la calidad del empleo, que las salidas y medidas afecten al menos número de personas posibles, que estas sean voluntarias y que se homologuen las condiciones de la plantilla sin merma de las condiciones laborales para ningún colectivo.
«Desde UGT nos oponemos a cualquier proceso que conlleve salidas no voluntarias y exigimos que los compañeros en excedencia pactada compensada procedentes de Liberbank sean incluidos en estos números», han señalado desde dicho sindicato.