El Dr. Fernando Ruger Viarengo aporta las claves para un diagnóstico adecuado y en su caso un tratamiento de colon irritable

Por Remitido

Dr. Fernando Ruger Viarengo, director de Clínica UMEBIR, especialista en medicina funcional integrativa y experto en nutrigenética, farmacogenética y microbiota, aclara dudas acerca de un tema de suma importancia y creciente en el día a día, como es el tratamiento de colon irritable.

Lo primero que me gusta definir, como lo hago con mis pacientes en Clínica UMEBIR, es que un síndrome es un conjunto de signos y síntomas, por lo que, a partir de aquí, podemos seguir hablando, no de enfermedad, sino del tratamiento de colon irritable como una estrategia de búsqueda de causas de esos signos y síntomas y su solución.

El colon irritable es un diagnóstico creciente día a día, a mi entender, y en gran medida, como una forma de ineficiencia o incapacidad diagnóstica por parte del sistema sanitario asistencial. Es más fácil realizar una colonoscopia y una endoscopia junto a un examen de sangre de rutina y si no encontramos nada en esos exámenes (lo que sucede en el 95% de los pacientes), se etiqueta al paciente de colon irritable y no se continúa estudiando el caso, se pone una dieta FODMAP o se manda a nutricionista o se le dice que se morirá con esto, que no tiene una cura especifica y que evite lo que le sienta mal, pero que se debe acostumbrar a convivir con estos síntomas, que es lo que le ha tocado. También esta forma es más económica, pero ineficiente que la que utilizamos en Clínica UMEBIR, en nuestros protocolos del tratamiento de colon irritable.

De un volumen de 3500 pacientes anuales que valoramos con diagnóstico de colon irritable en UMEBIR, después de realizar los exámenes adecuados, en el 95% encontramos el motivo por el cual se justifican los síntomas que refieren y que son los culpables del diagnóstico o etiquetado de colon irritable. En cuanto solucionamos esos motivos, los síntomas ceden o desaparecen y con ellos se esfuma el diagnóstico de colon irritable. En el 5% restante de pacientes donde no encontramos la causa de sus síntomas y podríamos diagnosticar de gastropatía funcional, que también mejoran sus síntomas un 95% cuando realizan un plan de rehabilitación intestinal y modulación terapéutica de la microbiota como los que implementamos en UMEBIR.

Cuando los pacientes nos preguntan cuál es el protocolo de tratamiento o en qué consiste el tratamiento de colon irritable, en Clínica UMEBIR siempre les insisto en lo mismo: porque haya diarrea, estreñimiento o dolor no son ellos el origen del síndrome, es como decir que porque en un incendio hay bomberos, son los culpables del fuego. El protocolo empieza en saber qué produce los síntomas, tratar esos trastornos o enfermedades y, espontáneamente, en el 95% de los pacientes desaparee la etiqueta y con ello el diagnóstico de colon irritable.

En la gran mayoría de pacientes, una vez realizados los exámenes, solemos encontrar los siguientes trastornos o enfermedades que dan lugar a la etiqueta o diagnóstico de colon irritable: giardiasis, amebiasis, otras parasitosis, permeabilidad intestina, SIBO, LIBO, sobrecrecimiento de arqueas en colon, candidiasis intestinal crónica o disbiosis intestinal.

Evidentemente, las pruebas y los métodos para llegar a los diagnósticos de estos trastornos o patologías no son ni la colonoscopia ni la endoscopia ni un examen de sangre de rutina, que es lamentablemente con lo que vienen el 99% de los pacientes, incluso no respetando los criterios ROMA para el diagnóstico del síndrome, muchas veces se han estudiado parasitosis por exámenes seriados por 3 muestras o algún cultivo, que son técnicas de muy baja rentabilidad diagnóstica, pero no mucho más que esto, que siempre o casi siempre arrojan resultados normales, punto donde se inicia el desconcierto del paciente y la desesperada búsqueda de una solución a sus problemas y donde lamentablemente se inicia el riesgo de caer creyendo que será la solución, en coach, PNI, terapeutas, grupos de Facebook, con el riesgo que esto conlleva, incluso en nutricionistas que exceden su función de confeccionar un plan dietético terapéutico o preventivo adecuado, que es su función, realizando prescripciones, diagnósticos e interpretaciones de pruebas o indicando suplementos creyendo que estos son inocuos y es una irrealidad, ya que tienen contraindicaciones e interacciones incluso severas que un nutricionista no tiene la capacidad académica de conocerlo ni la legal para hacer dicha prescripción.

Es importante que se deje claro que un diagnóstico equivocado, que cronifica la vida de los pacientes y que limita la vida social e incluso emocional de los pacientes a los que se les diagnostica este síndrome, dándole como única solución una dieta FODMAP que, en muchos casos, empeora la situación llevando a una disbiosis por hipodiversidad por pérdida de especies bacterianas por desuso de las mismas por no consumir fermentables o suplementos sustitutivos de función, herramientas dietéticas que solo se puede utilizar como una herramienta temporal y con suplementos adecuados para no perder especies bacterianas, o diciéndole que no coma lo que le sienta mal, confinándolo a limitaciones que ponen en riesgo su estabilidad emocional como sus vínculos. Esto genera síndromes depresivos, ansiosos o ansiosos depresivos, por esto tuvimos que habilitar un servicio de asistencia de salud mental en Clínica UMEBIR del que me siento orgulloso, ya que somos el único servicio con terapia psicológica sistémica de grupo enfocada exclusivamente a este tipo de trastornos, con un real abordaje integrativo del problema.

Lamentablemente, esto no solo sucede en España: los malos hábitos de alimentación, el estrés, el consumo de fármacos de forma crónica, entre otros motivos predisponentes que coexisten en muchos pacientes en todo el mundo. En Clínica UMEBIR recibimos pacientes de toda España, de muchos sitios de Europa y América de forma online y es un síndrome emergente y no existen unidades especializadas en el diagnóstico y el tratamiento de este trastorno, motivo por el que hemos tenido que diseñar kits diagnósticos que aseguren la estabilidad de las muestras para envíos dentro de todo el territorio nacional e incluso fuera de la comunidad europea.

En una forma de medicina defensiva, se descarta la patología maligna por endoscopia y colonoscopia, se realiza una analítica básica y si no se encuentran alteraciones, se etiqueta o diagnostica el síndrome de colon irritable y este es el peor paso que se le puede hacer dar al paciente como inicio de un camino de cronicidad.

No me gusta decir que en Clínica UMEBIR curamos el colon irritable porque me parece una publicidad engañosa, prefiero decir que en Clínica UMEBIR reestudiamos y rediagnosticamos el 95% de los diagnósticos erróneos de colon irritable por insuficiente estudio y solucionamos los motivos que generan los signos y síntomas, con un tratamiento de colon irritable basado en el diagnóstico adecuado y la atención personal y tratamientos de precisión.