A la espera del regreso del turista extranjero cuando la covid lo permita, los hoteles españoles han sobrevivido este verano gracias en buena parte a la movilidad de los madrileños, líderes del turismo nacional, y de andaluces y catalanes, que en mayor medida optan por pasar sus vacaciones en sus propios territorios.
La Encuesta de Ocupación Hotelera correspondiente a julio, publicada esta semana por el Instituto Nacional de Estadística (INE) pone cifras concretas a fenómenos, por otra parte perfectamente explicables, como que los turistas de las comunidades más pobladas llenan los hoteles de toda España y que, de todas ellas, Madrid, con un territorio menor -y sin playa-, es la que genera más viajeros hacia el resto de destinos.