La gestión de la sostenibilidad empresarial, claves para una gestión eficaz

Por Remitido

La sostenibilidad empresarial se ha convertido en un pilar fundamental en la estrategia de empresas de todos los tamaños. En un contexto donde el compromiso con el medioambiente, la responsabilidad social y la gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) ya no son opciones, sino exigencias, integrar estos principios en la gestión corporativa es clave para asegurar la competitividad y el valor a largo plazo de cualquier organización.

Los conceptos de sostenibilidad empresarial abarcan mucho más que las prácticas ambientales; implican también el compromiso con el bienestar social y la transparencia en la toma de decisiones. Pedro Asencio, consultor especializado en sostenibilidad y eficiencia energética, ha ayudado a múltiples organizaciones a integrar estos conceptos en su gestión integral.

En esta entrevista, Asencio profundiza en cómo implementar una gestión de sostenibilidad eficaz que considere los tres ámbitos fundamentales de la sostenibilidad: social, ambiental y de gobernanza. A continuación, aborda los principales desafíos y estrategias para que empresas grandes, medianas y pequeñas puedan avanzar hacia un modelo de negocio verdaderamente sostenible.

¿Cuál es el primer paso que debe dar una empresa para iniciar un camino hacia la sostenibilidad en sus tres ámbitos: social, ambiental y de gobernanza?

El primer paso es conocer las ventajas competitivas que va a proporcionar el integrar la sostenibilidad a la estrategia de la empresa. Estas son ventajas comerciales, de reducción de costes, de compromiso con los trabajadores, de adaptación a la normativa que, de acuerdo con los retos globales, cada vez son más exigentes y diversas.

En este sentido, la dirección de la empresa debe ser formada e informada adecuadamente de las muchas aportaciones y ventajas que la sostenibilidad va a reportar a la organización.

En el contexto actual, ¿por qué considera imprescindible que las empresas integren prácticas de sostenibilidad en su estrategia de negocio?

Por razones económicas, éticas, de supervivencia…, se vive en la edad de la imagen, de la comunicación, de la información… Si una organización no ejerce su compromiso y responsabilidad social, se sitúa de espaldas a la sociedad en la que vivimos.

La gestión ética y responsable debe formar parte de la estrategia general de una organización de igual modo que la económica. Con esto no se pretende minusvalorar la gestión económica, sino al contrario. 

La gestión económica y la gestión sostenible generan la sinergia adecuada para operar de forma óptima en nuestra actual sociedad. Y esto no va a cambiar en los próximos años, ¿por qué? Porque la superpoblación del planeta, el calentamiento global y las corrientes migratorias obligan a ello. En este sentido, la Unión Europea lo tiene muy claro y es para alegrarse por ello.

¿Cómo pueden las empresas pequeñas y medianas, que suelen contar con menos recursos, aplicar los principios de sostenibilidad sin comprometer su rentabilidad?

Desarrollando la gestión de la sostenibilidad de acuerdo con sus propios medios. Es cierto que, en general, las pymes no disponen de los márgenes que disponen las grandes empresas, pero, por otro lado, tampoco están obligadas a desarrollar todos los aspectos de la sostenibilidad como sí lo están las grandes empresas.

Toda empresa tiene unas circunstancias y su gestión de la sostenibilidad no es ajena a ellas. Por ello cada una debe desarrollar aquellos aspectos que más le afecten. Y lo debe hacer a su propia velocidad y con sus propios recursos. También en este sentido, las ayudas de la administración nacional y autonómica son muy importantes, no ya para cambiar, sino para adaptar el modelo de gestión empresarial. 

¿Cuáles son los principales beneficios que una empresa puede obtener al implementar una estrategia de sostenibilidad integral y bien estructurada?

Son muchos, fundamentalmente destaco el económico. Una empresa que tiene una adecuada estrategia de sostenibilidad va a situarse en los mercados que desea estar. Y, al contrario, las que se sitúan en los mejores rangos de beneficios, de gestión y de imagen son aquellas que tienen definida una estrategia de sostenibilidad adecuada, independientemente del sector al que pertenezcan.

La sostenibilidad ambiental a menudo es la más visible, ¿cómo pueden las empresas equilibrar este pilar con los ámbitos social y de gobernanza?

Con el simple desarrollo de estos dos ejes:

En el ámbito social, el trabajar pensando en el empleado y sus actuales circunstancias permite abrir una enorme cantidad de actuaciones de mejora de la productividad, del compromiso, etc. Con los proveedores y con los clientes sin ser recursos propios de la empresa, el abanico de posibles actuaciones es muy amplio. El propio desarrollo de todas estas actuaciones y su comunicación son clave para llevar este eje a la misma relevancia que el ambiental.

Con el área de gobernanza ocurre exactamente igual. La forma en la que la dirección de la empresa ejerce su control sobre los distintos aspectos de ella es, en la mayoría de las ocasiones, la forma en que se presenta a los actuales o futuros clientes, inversores, trabajadores, etc. 

¿Qué métricas o indicadores son fundamentales para medir el impacto de las acciones de sostenibilidad en la gestión de una empresa?

Queriendo ser concreto, por ejemplo, el dato de huella de carbono de una empresa y su evolución en los últimos años. Como ya dijo el director de la cátedra de RSC de la Universidad de Murcia, Longinos Marín: “La huella de carbono debe ser la matrícula de una empresa”.

Por supuesto, los estados de información no financiera y las memorias de sostenibilidad deben ser los documentos que proporcionen la mejor orientación de lo que hace y cómo lo hace una empresa en materia de sostenibilidad. Aunque no son lo mismo, sí son herramientas que la empresa dispone para comunicar a todos sus grupos de interés los datos más importantes en materia de sostenibilidad. Eso sí, una memoria de sostenibilidad debe seguir los estándares GRI o equivalentes para que proporcionen un conjunto de datos y de suficiente calidad como para ser atentamente asumidos.

Soy un convencido de que, cuando una empresa ha hecho un esfuerzo en una determinada área, no necesita extraños ejercicios de marketing para dar a conocer su trabajo. Aquí, la Unión Europea, mediante la Directiva (UE) 2024/825 del mayo pasado, ha puesto el principio del fin para los ejercicios de publicidad no veraz. Lo que hemos venido conociendo como el greenwashing empresarial.

¿Podría compartir algún ejemplo concreto de cómo la integración de los pilares ESG ha mejorado los resultados en algunas de las empresas que ha asesorado?

Puedo dar muchos ejemplos de empresas con las que he trabajado. Sin nombrar ninguna, puedo efectivamente corroborar que cuando se ha trabajado la sostenibilidad, en el transcurso de 5 años, la empresa se sitúa en un escenario muy diferente al que le precedía. Esto se traduce en aumentos en la facturación, en el posicionamiento en nuevos mercados, mayor satisfacción del empleado, en la mejora de las competencias de la empresa en materia de cumplimiento normativo, etc. Cada empresa ha tenido y tiene, como decía anteriormente, su circunstancia y cada una de ellas tiene sus propios recursos, urgencias, compromisos y objetivos. Y con todo ello es con lo que hay que trabajar.

¿Qué futuro observa para las empresas que aún no han adoptado prácticas de sostenibilidad en un contexto económico y social que cada vez demanda más compromiso ambiental y social?

El compromiso con la sostenibilidad empresarial es una estrategia que define el éxito a largo plazo en un entorno cada vez más consciente y regulado en términos ambientales y sociales. Las organizaciones que integran de forma equilibrada los pilares ESG en su gestión no solo mejoran su reputación y fidelización de clientes, sino que logran optimizar sus recursos y contribuir a una sociedad más justa y un entorno más sano.

A medida que crece la exigencia de transparencia y responsabilidad, las empresas que apuesten por una gestión sostenible tendrán una ventaja competitiva y un impacto positivo en el futuro de sus industrias y comunidades.