Cómo detectar y tratar el reflujo vesicoureteral en la infancia, la mirada experta del Dr. Daniel Cabezalí

Por Remitido

El reflujo vesicoureteral es una afección urológica que afecta a una pequeña pero significativa porción de niños recién nacidos. Este trastorno se caracteriza por el flujo retrógrado de la orina desde la vejiga hacia los uréteres e incluso hasta los riñones, lo que puede derivar en infecciones urinarias recurrentes y daño renal si no se trata adecuadamente. A este punto, el diagnóstico temprano es esencial para prevenir complicaciones, y el seguimiento adecuado es crucial para determinar el tratamiento más eficaz. El Dr. Daniel Cabezalí, urólogo pediátrico especializado en el tratamiento de esta condición, destaca la importancia de una intervención oportuna y personalizada en cada caso.

Diagnóstico temprano del reflujo vesicoureteral en recién nacidos

El diagnóstico del reflujo vesicoureteral en recién nacidos se realiza mediante pruebas especializadas, siendo la cistouretrografía miccional (VCUG) una de las más comunes. Esta prueba permite observar el reflujo de la orina y clasificar el grado de severidad, que va desde el I hasta el V. El Dr. Daniel Cabezalí señala que esta clasificación es fundamental, ya que influye directamente en la elección del tratamiento, que puede variar desde la vigilancia activa hasta la cirugía en los casos más graves.

El VCUG se recomienda especialmente si el recién nacido ha sufrido infecciones urinarias recurrentes o si se ha detectado hidronefrosis, una dilatación de los riñones durante las ecografías prenatales. El Dr. Cabezalí subraya la importancia de un diagnóstico preciso y temprano para evitar complicaciones mayores, como infecciones renales que pueden llevar a la cicatrización del tejido renal y, en casos extremos, a una disminución de la función renal.

Tratamiento y seguimiento del reflujo vesicoureteral en la infancia

Una vez diagnosticado el reflujo vesicoureteral, el tratamiento depende del grado de la afección y de la respuesta del niño al manejo conservador. En los casos leves, el tratamiento puede consistir en una vigilancia activa y la administración de antibióticos profilácticos para prevenir infecciones urinarias. El Dr. Daniel Cabezalí enfatiza que, en muchos niños, el reflujo vesicoureteral puede resolverse de manera espontánea a medida que el niño crece, especialmente en los grados I y II.

Para los casos más severos, como aquellos clasificados en los grados III a V, donde existe un mayor riesgo de daño renal, puede ser necesario considerar opciones quirúrgicas. El Dr. Cabezalí es un experto en procedimientos como el reimplante ureteral y la inyección endoscópica, que han demostrado ser altamente efectivos para corregir el reflujo y proteger la función renal a largo plazo.

En resumen, el seguimiento regular mediante ecografías renales y análisis de orina es clave en todos los casos de reflujo vesicoureteral. Y gracias a la experiencia del Dr. Cabezalí en urología pediátrica, los niños con reflujo vesicoureteral pueden recibir un tratamiento adaptado a sus necesidades específicas, garantizando así un pronóstico favorable.