Alrededor del 38% de las instituciones en todo el mundo tenían preocupaciones sobre la rentabilidad de la inversión sostenible en 2021, lo que supone un descenso respecto al 45% de 2020 y al 48% registrado en 2019, según el Estudio de Inversores Institucionales 2021 elaborado por Schorders.
En un comunicado, la firma señala que este porcentaje es una «señal más» de que los temores por que la inversión sostenible fuera un freno para los beneficios «está disminuyendo entre los inversores».
Además, el informe señala que la crisis derivada de la pandemia de Covid-19 ha puesto de manifiesto la importancia de la inversión sostenible entre las instituciones, ya que el 52% la considera más importante a raíz de la pandemia. En Europa, las opiniones fueron especialmente llamativas, con un 62% de los inversores que sostiene esta opinión.
Al mismo tiempo, solo el 8% de los inversores a nivel global dijo que no creía en los beneficios de la inversión sostenible, lo que supuso un descenso sustancial respecto al 23% de los inversores registrado en 2018.
El estudio destaca que la integración sigue siendo el enfoque preferido para invertir de forma sostenible, con un 67% de los encuestados que prefieren esta opción, mientras que el filtrado negativo y la desinversión efectiva es ahora mucho menos importante en comparación.
La selección positiva, la inversión temática y la participación activa de las empresas también se encuentran entre los enfoques preferidos para aplicar la sostenibilidad por los inversores institucionales.
Asimismo, un 64% de los inversores de todo el mundo considera que el compromiso con las cuestiones medioambientales, como el cambio climático o el uso de combustibles fósiles, son los temas de gestión responsable más importantes.
EL ‘ECOBLANQUEO’, EL MAYOR RETO AL QUE SE ENFRENTAN LOS INVERSORES
Sin embargo, el estudio recoge algunos de los desafíos que observan los inversores cuando se trata de invertir de forma sostenible. El ‘greenwashing’ o ‘ecoblanqueo’ sigue siendo el mayor problema para los inversores, ya que el 59% lo destaca como el obstáculo más importante, lo que apenas ha cambiado respecto al 60% de hace un año.
Además, el 46% de los inversores de todo el mundo sigue albergando dudas sobre la capacidad de medir y gestionar el riesgo a la hora de invertir de forma sostenible, lo que supone un aumento significativo respecto al 33% de los inversores de 2020. La falta de transparencia también ha crecido como un desafío, citado por el 53% de los inversores como una preocupación, frente al 48% que lo hacían en 2020.
PERSPECTIVAS DE LOS INVERSORES PARA 2021
Por otro lado, sobre las perspectivas de inversión para los próximos años, el estudio de Schroders señala que los inversores empiezan a mirar más allá de la pandemia: el 82% de los inversores espera una rentabilidad anual de al menos el 4% en los próximos cinco años, frente al 72% de hace un año.
De hecho, el 47% de los inversores espera una rentabilidad media anual superior al 6%, frente al 35% de hace un año. Asimismo, la proporción de inversores globales que anticipan rentabilidades anuales superiores al 9% también aumentó del 5% en 2020 al 13% en 2021.
La confianza en cumplir las expectativas de rentabilidad también ha repuntado hasta el 46% desde el 33% de hace un año, siendo los inversores de Europa (53%) los más optimistas, seguidos por los de Norteamérica (44%).
«La pandemia y la desaceleración económica mundial siguen siendo las mayores preocupaciones para los inversores, mientras que la reducción de los estímulos en política monetaria es también una de las principales preocupaciones, destacando que las preocupaciones inflacionistas van en aumento, con un ascenso de los costes de los préstamos considerado como un riesgo significativo», destaca la firma.