El líder del Partido Laborista, Keir Starmer, ha ganado con mayoría absoluta las elecciones legislativas de Reino Unido que se han celebrado este jueves en el país, de forma que ha conseguido desbancar del poder al Partido Conservador después de 14 años en el poder y se convertirá en el próximo primer ministro.
«Lo hemos conseguido», ha celebrado ante sus simpatizantes después de conseguir los escaños suficientes para una mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes. «Y se siente bien, siendo sincero», ha reconocido, antes de advertir de que «un mandato como este conlleva una gran responsabilidad».
Mientras que ha indicado que su futuro gobierno tiene que «devolver la política a la normalidad», ha aseverado que «la lucha por la confianza es la batalla que define» esta época». «Por eso hecho tanta campaña para demostrar que somos aptos para el servicio público», ha afirmado.
Starmer ha señalado que «la gente» de todo el país «despertará con (estas) noticias, aliviada de que se ha quitado un peso de encima, una carga finalmente eliminada de los hombros de esta gran nación». «Ahora podemos mirar hacia delante de nuevo», ha aseverado, mientras que ha agradecido a quienes han participado en «una campaña tan dura por el cambio».
«Esta mañana podremos ver que el pueblo británico ha votado para pasar página tras 14 años, pero no pretendamos que había algo inevitable en ello. No hay nada predestinado en política. Las victorias electorales no caen del cielo, se ganan con esfuerzo y se lucha por ellas. Esta solo podía ganarla un Partido Laborista cambiado», ha declarado.
Starmer ha hecho hincapié en la reforma que ha tenido su partido político en los últimos años, indicando que ahora los británicos tienen «la oportunidad» de reparar sus servicios públicos porque han «cambiado de partido». «Tenemos la oportunidad de hacer que el trabajo valga la pena porque cambiamos de partido. Tenemos la oportunidad de ayudar a los trabajadores, a los jóvenes y a las personas vulnerables, los más pobres de nuestra sociedad porque cambiamos de partido», ha remarcado.
Así, ha sostenido que los cambios que los laboristas han realizado «son permanentes, irreversibles» y, por ello, deben «seguir adelante». «Nos presentamos como un Partido Laborista cambiado y gobernaremos como un Partido Laborista cambiado. No prometo que sea fácil», ha expresado, antes de indicar que «cambiar un país no es como apretar un interruptor, sino que es un trabajo duro, paciente y decidido».
«Dijimos que pondríamos fin al caos, y lo haremos. Dijimos que pasaríamos página, y lo hemos hecho. Hoy empezamos el siguiente capítulo. Comenzar el trabajo de cambio, la misión de renovación nacional, y empezar a reconstruir nuestro país. Gracias a todos», ha concluido.
Pocos minutos antes, Sunak ha reconocido la victoria de su oponente y le ha llamado para felicitarle: «Hoy el poder cambiará de manos de manera pacífica y ordenada, con buena voluntad de todas partes. Esto es algo que debería darnos a todos confianza en la estabilidad y el futuro de nuestro país. El pueblo británico ha emitido esta noche un veredicto aleccionador», ha manifestado.
Los resultados provisionales –sin que se hayan confirmado todas las circunscripciones– apuntan a que los laboristas se han hecho con 378 escaños (superando los 326 que marcan la mayoría absoluta), mientras que los conservadores han perdido más de 200. Los liberaldemócratas han mejorado sus resultados, y el partido del populista Nigel Farage, Reforma, ha entrado en el Parlamento. Otro de los grandes perdedores de la noche es el Partido Nacionalista Escocés (SNP), que ha perdido más de 30 escaños.