En el panorama de la ingeniería y la construcción, pocos nombres destacan tanto como el de Joaquín Alviz Victorio. Su trayectoria profesional ha sido un recorrido impresionante desde sus comienzos como ingeniero de Hidroeléctrica Española, S.A., actual IBERDROLA, hasta convertirse en una figura clave en el ámbito internacional como presidente de ICASUR, empresa dedicada a Ingeniería, Construcción, Arquitectura y Servicios Urbanos.
A lo largo de su carrera, Alviz ha dejado una marca imborrable, liderando proyectos técnicos de gran envergadura tanto en España como en América y Asia. En esta entrevista, conoceremos un poco más sobre la historia de este profesional destacado del sector.
¿Cómo fue tu experiencia como ingeniero en Hidroeléctrica Española, S.A. en Centrales Nucleares y cómo influyó en tu carrera posterior?
Fue una etapa apasionante en cuanto a la actividad profesional, cargada de horas de trabajo, a la vez ilusionante por el contenido de aprendizaje que tenía y la formación, en unos de los sectores tecnológicos más avanzado de aquella época. Estábamos en el año 1982, recién acabada la carrera de ingeniería industrial, en la Escuela de Sevilla, entré a trabajar como responsable del montaje del reactor y sistema de combustible de la central Nuclear de Cofrentes. Por aquel entonces trabajábamos en estrecha colaboración con ingenieros americanos de General Electric, el sistema de esta Central es BWR, lo cual supuso, para mí, una muy especial formación por los altos niveles tecnológicos que estas partes de la Central tenían y por la colaboración con los ingenieros americanos. Luego pasé a la construcción de la Central Nuclear de Vandellós II, haciendo lo mismo, es decir el montaje del reactor de la central, los equipos primarios asociados y los sistemas de almacenamiento y transferencia de combustible, solo que esta Central es del tipo PWR, de Westinghouse Electric, posteriormente hice algunos trabajos en la Central Nuclear de Almaraz y también en refinerías, en el Campo de Gibraltar y en La Coruña.
¿Cuál fue el momento decisivo que te llevó a pasar de trabajar en una empresa pública como Telefónica en España a embarcarte en el sector de la construcción y la ingeniería?
Como todos sabemos el sector nuclear se paralizó, desde mi punto de vista equivocadamente, porque nos quedamos con todo lo malo. Nos quedamos con los riesgos de la energía nuclear y nos quedamos con un sobreprecio de la energía que nos ha hecho y nos sigue haciendo menos competitivos que otros países de nuestro entorno. Efectivamente, tenemos los riegos de la energía nuclear, ya que un accidente en los grupos nucleares de Lyon, en Francia, puede contaminar gravemente, por ejemplo Barcelona, mientras en París ni se enteran, por contra la industria española paga, por la energía, el triple que la industria francesa.
Como decía, con el «parón nuclear» muchos profesionales nos tuvimos que reconvertir y así es como pasé a otros sectores industriales. Estuve unos meses como Director Regional, en Extremadura, de Readimix-Asland, la empresa cementera, hasta que entre, mediante un concurso-oposición como ingeniero superior en Telefónica de España, S.A., fue en esta etapa, con mucho tiempo libre, solo trabajamos por la mañana, y muchas inquietudes por cubrir cuando inicie los trabajos de ingeniería y construcción, inicialmente para proyectos industriales privados y proyectos para la Junta de Andalucía y Junta de Extremadura. Posteriormente, en el año 1996 ya comenzamos a salir a hacer proyectos en el exterior.
¿Qué desafíos enfrentaste al asumir el rol de presidente de ICASUR y cómo los superaste?
ICASUR, S.A. tuvo sus primeras experiencias en el exterior dirigiéndose al mercado natural de las empresas españolas como es Iberoamérica, y a proyectos en el sector público, siempre buscando proyectos con alto contenido en transferencia de tecnología, para tener un plus sobre las empresas locales, que obviamente nos aventajaban en infraestructura y logística y, por tanto, éramos menos competitivos que ellos. Esto sucedía sobre todo en obras lineales convencionales como los proyectos de carreteras, ferrocarriles convencionales, proyectos de vivienda y obras civiles en general, donde hay que disponer de grandes medios de maquinaria y herramientas.
Por tanto, el mayor reto fue tener llegada a esos proyectos de gobierno y a la financiación de los mismos, por eso registramos a ICASUR como consultora y constructora en el Banco Mundial, en el Banco Interamericano de Desarrollo, Banco Asiático de Desarrollo, Banco Africano de Desarrollo, Corporación Andina de Fomento (CAF), etc. Con esas medidas y el gran apoyo que tuvimos de las oficinas comerciales que España tiene en casi todos los países, a efectos de facilitarnos estudios, información sobre proyectos y consejos de como trabajar en cada país, conseguimos extendernos por cuatro continentes, teníamos oficinas en Europa central, en América, en Sudeste Asiático y en África.
¿Has tenido momentos muy emocionantes, pero también habrás tenido contratiempos, sinsabores o pequeños fracasos?
Por supuesto han existido momentos muy bonitos y emocionantes, entre los trabajos que más he disfrutado están los proyectos que hemos hecho para llevar agua potable a personas que carecían de ella, o haber llevado sanidad a población en la rivera de ríos en parajes inaccesibles, como unas clínicas sobre barcazas que diseñamos para el Río Orinoco en la Venezuela de Chávez, o momentos donde he sido invitado a la toma de posesión de varios presidentes latinoamericanos, como en El Salvador, en Panamá, en República Dominicana, etc. También actividades fuera de la ingeniería como cuando firmamos el proyecto de la construcción del Edificio de la Asamblea de Panamá y un Convenio Cultural, por el cual el Gobierno de Panamá nos adjudicó los derechos de rescate de todos los galeones hundidos en aguas panameñas y que nosotros, a su vez se los cedimos al Ministerio de Cultura de España, además de un convenio de colaboración con la universidad de Panamá y la Universidad Complutense de Madrid. Acto cuya presentación se hizo en Casa de América en Madrid, con la presencia del Infante Real Don Alfonso de Borbón, el presidente de la Asamblea de Panamá y el Ministro de Cultura de Panamá, o cuando fui premiado por el hermano del Rey de Malaysia por la colaboración prestada en aquel país, o cuando participamos en la Ruta Qetzal, con Miguel de la Cuadra Salcedo, organizando un taller de arqueología submarina en las playas de Portobelo y Nombre de Dios, en Panamá.
También han existido momentos muy duros como las ausencias de la vida familiar, ya que yo salía de gira por los proyectos y estaba dos y tres meses sin venir por casa o cuando por unos intereses de un determinado gobierno de El Salvador, que pretendió quitarnos la concesión del servicio de ITV de aquel país, después de haberlas ganado legalmente y de haber invertido en ellas más de veinte millones de dólares, la Fiscalía de ese país me involucro en un procedimiento penal, con una acusación falsa de cohecho que me ha tenido inmerso, por varios años, en un proceso judicial que al final se ha archivado sin ningún tipo de responsabilidad para mi persona y qué gracias al buen hacer de las autoridades del Ministerio de Justicia español y de la Audiencia Nacional, que viendo que era un asunto político/comercial, más que judicial y siempre ampararon mi inocencia y evitaron mi detención y extradición, que era lo que pretendían, para una vez allí, hubiera tenido que renunciar a los contratos de las ITV.
¿Qué papel crees que juegan la ingeniería y la construcción en el desarrollo socioeconómico de las comunidades?
El papel es fundamental, si la ciencia en el corazón del conocimiento, la ingeniería es la sangre que riega ese conocimiento para hacer llegar los avances científicos y tecnológicos a la sociedad, aplicando esos conocimientos a situaciones reales satisfaciendo las necesidades de la gente. Por eso todos los proyectos de ingeniería, desde los más pequeños, a través de ONG o los más grandes, a través de las grandes constructoras o corporaciones, como ferrocarriles de alta velocidad, grandes centrales de energía o grandes presas, todos acaban dando respuestas a las necesidades de la gente
¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta el sector en la actualidad?
Hoy en día la competencia en este sector es muy elevada y cada día más, ya que los países van desarrollándose y elevando su nivel tecnológico y como consecuencia disminuye la adquisición de tecnología del exterior, ya que hay áreas de desarrollo técnico que ya cubren con sus propios recursos, por ello la apuesta de nuestro país por el desarrollo científico y tecnológico debe ser elevada y constante, y además yo pienso que se debe fomentar con apoyo al sector privado porque todos somos conocedores de los desastres económicos de algunos casos en lo que se ha querido vender tecnología con proyectos hechos desde empresas públicas o desde universidades, que no diferencian la ciencia de la tecnología y de la labor comercial, además de 2no jugarse» su dinero como si hacen las ingenierías privadas.
Otra vía para fomentar las exportaciones españolas de ingeniería es la de financiar proyectos a países en vías de desarrollo directamente por el gobierno español, como se hacía antes. Ahora España pone importantes cantidades de dinero, en el Banco Mundial, en el Banco Africano de Desarrollo, en el Banco Asiático de Desarrollo, en el Banco Interamericano de Desarrollo o en la CAF y el retorno de ese dinero, vía proyectos adjudicados a empresas españolas, es ínfimo, ya que el manejo de las licitaciones se hace por funcionarios de esos países y cualquiera se puede imaginar cómo funcionan esas licitaciones.
La historia profesional de Joaquín Alviz Victorio es un testimonio inspirador de dedicación, habilidad y visión. Desde sus roles iniciales como ingeniero hasta su liderazgo en ICASUR, ha demostrado una capacidad excepcional para enfrentar desafíos complejos y llevar a cabo proyectos de gran escala con éxito. Su legado perdurará en los numerosos proyectos que ha dirigido y en el impacto positivo que ha tenido en comunidades de todo el mundo.