En España, el crecimiento exponencial del parque automotor eléctrico ha redefinido el panorama de la movilidad. Con aproximadamente 400.000 vehículos eléctricos ya en circulación y un aumento constante en las ventas, el futuro de la movilidad parece estar intrínsecamente ligado a esta tecnología limpia y eficiente. Sin embargo, para asegurar una transición fluida hacia este nuevo paradigma, es esencial contar con una infraestructura de recarga adecuada y accesible.
Preparación para el futuro: la importancia de la preinstalación de puntos de recarga
La preinstalación de puntos de recarga en comunidades de vecinos emerge como una estrategia clave para allanar el camino hacia un ecosistema de movilidad eléctrica robusto y eficiente. Este proceso implica la adecuación del suministro eléctrico de una comunidad para facilitar la instalación y operación de puntos de recarga, lo que incluye la instalación de transformadores, cables eléctricos apropiados y la conexión al suministro principal. La realización de esta preinstalación no solo reduce los costes y el tiempo asociados con la instalación posterior de los puntos de recarga, sino que también garantiza la seguridad eléctrica y representa un paso adelante hacia un modelo energético más sostenible.
Ingeniería Aplicada: líder en instalación de puntos de recarga en comunidades de vecinos
En este contexto, Ingeniería Aplicada se destaca como una empresa líder con una amplia experiencia en la instalación de puntos de recarga de movilidad eléctrica en diversos entornos, incluidas comunidades de propietarios. Su enfoque integral comienza con un detallado estudio de viabilidad técnica, seguido de la gestión de licencias y permisos necesarios, y culmina con el montaje y puesta en marcha de la instalación. Es importante destacar que todas las instalaciones cumplen con los requisitos legales y pueden ser elegibles para subvenciones a través del Plan Moves III.
Beneficios Tangibles: ¿por qué instalar puntos de recarga en comunidades de propietarios?
La instalación de puntos de recarga en comunidades de vecinos ofrece una serie de ventajas significativas tanto para los residentes como para el entorno. En primer lugar, elimina la necesidad de buscar y desplazarse hasta puntos de recarga públicos, lo que conlleva una mayor comodidad y ahorro de tiempo para los usuarios. Además, garantiza la seguridad de los vehículos al evitar la exposición en la vía pública, reduciendo así el riesgo de robo y vandalismo.
Desde una perspectiva más amplia, estas instalaciones contribuyen a mejorar la imagen del edificio y a cumplir con las demandas crecientes de propiedades respetuosas con el medioambiente. Con ayudas y subvenciones disponibles, la inversión inicial se vuelve más asequible, mientras que el cumplimiento de la normativa vigente en accesibilidad y sostenibilidad garantiza una mayor valoración del inmueble.