El vino tinto es una de las bebidas fermentadas que goza de mayor popularidad en el mundo y cuyos orígenes se remontan a la historia de la humanidad. Se estima que los primeros cultivos de uva comenzaron entre el 6.000 y el 5.000 a.C, aunque se reconoce que el nacimiento del vino como bebida fermentada ocurrió durante la Edad del Bronce. Actualmente, esta bebida se ha convertido en un emblema en regiones vinícolas del norte de España y Francia, formando parte importante de su crecimiento cultural.
Para DEMUERTE WINES, una de las variaciones de vino que ha causado mayor admiración a lo largo de los siglos es el vino tinto. Por esta razón, ha decidido explicar en este espacio cómo se elabora esta bebida y cuál ha sido el secreto para que trascendiera en el tiempo.
Preparación del vino tinto
El vino tinto es una bebida que se elabora a partir de mostos de uvas tintas, los cuales se someten a un complejo proceso de elaboración para extraer de forma uniforme el colorante natural que contienen los hollejos de la uva y proporcionan el característico color rojo a la bebida. Después de cosechar el fruto, los maestros viticultores proceden a separar cuidadosamente las raspas leñosas de la uva para evitar la transmisión de sabores desagradables al vino durante el proceso de fermentación.
A continuación, las uvas son sometidas a un proceso de estrujado en el que la piel del fruto se rompe para liberar el zumo y extraer el líquido que más adelante se convertirá en el elixir del vino tinto. Una vez extraído el líquido, se da inicio a un proceso de fermentación alcohólica, el cual se lleva a cabo en enormes depósitos de madera o acero inoxidable donde previamente se han introducido enzimas y levaduras que se encargan de transformar los azúcares del zumo en alcohol. Es en este paso que el vino tinto adquiere su color característico y sus notas de sabor, extrayendo, además, los taninos presentes en las partes sólidas de la uva, para maximizar así su gusto.
Experiencias de sabor únicas
Finalizado este paso, la bebida pasa por otra serie de procesos como el prensado, la fermentación maloláctica, la clarificación y la crianza, para, por último, proceder al embotellado y preparación para la cata. Todos estos pasos hacen que un vino tinto destaque sobre otro, por lo que degustar un sorbo de esta bebida siempre trae consigo la posibilidad de acceder a nuevas experiencias de sabor.
En Yecla, la tradición vinícola ha permitido que se elaboren bebidas de alta calidad como el vino tinto DEMUERTE WINES, el cual destaca por su frescura y buena acidez, producto de su tanino suave. Este vino ofrece una experiencia de sabor intensa en la que se pueden apreciar ligeros toques de fruta madura roja con matices especiados, suaves y tostados. DEMUERTE WINES espera que con este producto sus clientes puedan deleitarse con una bebida única y de calidad, la cual remonta a los antepasados del vino y a sus complejas formas de preparación.