El mercado automovilístico español cerrará el año con un crecimiento del 8% en comparación con 2020, quedándose con unas 920.000 matriculaciones, mientras que en 2022 se espera un repunte del 24%, hasta superar los 1,14 millones de unidades, todavía por debajo de cifras de 2019, último año antes de la pandemia.
Así se desprende de un estudio elaborado por BBVA Research, recogido por Europa Press, que prevé para los próximos trimestres un repunte de las ventas de vehículos, ya que la absorción de una parte del ahorro acumulado durante la crisis sanitaria, la disminución de la incertidumbre y el aumento esperado de la renta per cápita impulsarán la demanda de turismos.
En lo que va de año se matricularon 360.000 turismos, un 40% más que en 2020, pero un 36% menos que en el mismo periodo de 2019. Estos datos sitúan a España entre los países donde más han caído las ventas de coches respecto a cifras prepandémicas, solo superado por Portugal.
«Diversos factores explican el descenso de la demanda de automóviles en el inicio de 2021. En primer lugar, algunos ajenos al sector, como la segunda y la tercera ola del Covid-19 y las restricciones adoptadas para contenerlas», indica el informe.
También afectan otros elementos como la entrada en vigor en enero del protocolo de emisiones WLTP, que delimita los tipos de gravamen del impuesto de matriculación y la aplicación de la normativa CAFE, que establece el umbral de emisiones de dióxido de carbono (CO2) de los coches en la Unión Europea.
«Estos factores específicos tuvieron un doble efecto sobre el mercado de turismos en 2021, tanto porque causaron un adelantamiento a finales de 2020 de una parte de la demanda como porque encarecieron y, por tanto, menguaron la compra de automóviles. BBVA Research estima que las ventas habrían sido un 30% más elevadas en los dos primeros meses del año en ausencia del incremento en el impuesto de matriculación», apunta.
A medio plazo, la evolución del mercado de automóviles estará todavía más condicionada por la sostenibilidad medioambiental. Los cambios previstos en la fiscalidad, las actuaciones orientadas a modificar los hábitos de movilidad y las restricciones impuestas por las normativas de emisiones encarecerán la adquisición y el uso de los vehículos y dificultarán la circulación, lo que podría afectar a la demanda.
«Por tanto, el reto es lograr el cumplimiento de los objetivos de descarbonización de la economía minimizando las repercusiones sobre el sector y su cadena de valor», sentencia el estudio.
En el ámbito de los vehículos eléctricos, BBVA Research cree que el Plan Moves III contribuirá a reducir el precio de los modelos ‘cero emisiones’ y aumentará la capilaridad de la infraestructura de recarga, lo que podría situar su cuota de mercado por encima del 12% de las ventas en 2022, el doble que el 6,2% de abril y mayo, pero todavía por debajo del 14% de media que ya hay en Europa.