La aerotermia aplicada a sistemas de climatización puede utilizar dos configuraciones comunes: mediante fancoils (o fan coils) y mediante suelo radiante.
En un sistema de aerotermia con fancoils, el sistema extrae calor del aire exterior mediante una unidad exterior y lo transfiere al interior del edificio. En el interior, este calor se distribuye a través de unidades llamadas fancoils, que son dispositivos similares a radiadores, pero que utilizan un ventilador para distribuir el aire caliente de manera más eficiente.
Zonificación. Permite la zonificación del sistema, lo que significa que se puede controlar la temperatura de habitaciones individuales.
Respuesta rápida. Los fancoils proporcionan una respuesta térmica rápida, calentando o enfriando el espacio rápidamente según sea necesario.
En un sistema de aerotermia con suelo radiante, el calor extraído del aire exterior se transfiere al suelo a través de un intercambiador de calor. Este sistema utiliza tuberías instaladas bajo el suelo para distribuir el calor uniformemente en toda la habitación.
Distribución Uniforme. Proporciona una distribución del calor más uniforme en comparación con los sistemas de radiadores convencionales.
Eficiencia Energética. Al funcionar a temperaturas más bajas, puede ser más eficiente energéticamente que los sistemas tradicionales, especialmente cuando se utiliza con suelo radiante refrescante en verano.
Ambos sistemas utilizan la aerotermia como fuente de energía renovable y eficiente.
La elección entre fancoils y suelo radiante a menudo depende de las preferencias del usuario, el diseño del edificio y las necesidades específicas de calefacción y refrigeración.
En resumen, los sistemas de aerotermia con fancoils y suelo radiante son dos enfoques distintos para aprovechar la aerotermia en la calefacción de edificios, cada uno con sus ventajas particulares. La elección entre ellos dependerá de las características y preferencias específicas de cada proyecto.
