Se trata de una tecnología única, que cuenta con solo diez máquinas en todo el mundo, y que está disponible en Madrid, en el Instituto de Radiocirugía Avanzada (IRCA).
Los avances en medicina, y concretamente en el mundo de la radiocirugía, están arrojando soluciones y tratamientos hasta ahora impensables. ¿Es posible paliar el dolor que padece un paciente oncológico durante su tratamiento? ¿La depresión tiene cura? ¿Existen alternativas a la radio y la quimioterapia? Pues todas estas cuestiones se responden con un rotundo «sí», gracias al ZAP-X.
Esta tecnología es uno de los sistemas de radiocirugía más punteros, que cuenta con apenas una decena de máquinas en todo el mundo y que está disponible en Madrid, primer y único punto de España, en el Instituto de Radiocirugía Avanzada (IRCA). El ZAP-X se centra en el tratamiento de patologías del sistema nervioso, como lesiones craneales y cervicales; también de tumores benignos y malignos. No obstante, gracias a la investigación de los especialistas en esta área, se han encontrado soluciones para afecciones tan diversas como malformaciones vasculares, epilepsia, enfermedades funcionales como la depresión y la ansiedad (psico-radiocirugía) e incluso el dolor oncológico.
ZAP-X: tratamiento del dolor oncológico
El dolor oncológico intenso ha sido siempre una molestia intratable. Y no porque sus cifras no lo demandasen. El 30 % de los pacientes padecen dolor en el momento de ser diagnosticados con cáncer; cifra que aumenta hasta en un 60-80 % en fases más avanzadas de la enfermedad. Por tanto, este dolor se relaciona con el avance de la enfermedad, así como con el uso de diversos tratamientos, o incluso patologías asociadas.
Con el ZAP-X, los profesionales de IRCA pueden controlar en todo momento, y de manera precisa, la dinámica de radiación para poder administrar el tratamiento sin dañar las zonas sanas colindantes. Esta técnica mejora la calidad de vida de los pacientes, al tratarse de un tipo de tratamiento no invasivo, indoloro, que funciona sin anestesia y que se aplica de forma ambulatoria. Gracias a este sistema de radiocirugía, IRCA ofrece tratamientos personalizados para cada paciente que llega al centro, orientados no solo a su recuperación sino al bienestar del enfermo a través de todo el proceso.
ZAP-X: tratamiento de la depresión
La psico-radiocirugía es un área relacionada con la radiocirugía funcional, que ahora se puede abordar de manera más precisa gracias a sistemas tecnológicos como el ZAP-X: tratamiento de enfermedades psíquicas, funcionales y todas aquellas afecciones cuyo origen esté inmerso en el cerebro.
Actualmente, los índices de personas con depresión y ansiedad se han multiplicado a nivel mundial debido, en gran parte, a la pandemia de la COVID-19. Otra pandemia, silenciosa, que afecta cada día a más personas y para la que, hasta entonces, solo existían tratamientos psiquiátricos y farmacológicos.
El ZAP-X y la neurocirugía suponen el futuro para el tratamiento de esta y otras enfermedades funcionales, ya que a través de una radiación concisa y detallada se busca «una alternativa para el circuito neuronal construido, por el que pasan todos los pensamientos que llegan al cerebro». Un objetivo en el que ya se trabaja para conseguir poner fin a una enfermedad tan peligrosa, y buscar así alternativas a las medidas psiquiátricas actuales para poder cambiar esa perspectiva y sacar al paciente de esa fase depresiva.
ZAP-X: tratamiento con hipertermia electromodulada
IRCA es, como ya se ha comentado, el primer y único centro de España que cuenta con este sistema de radiocirugía estereotáxica cerebral avanzado: el ZAP-X. Combinando la radioterapia del ZAP-X con la hipertermia electromodulada, que imparte la Dra. Elisabeth Arrojo en INMOA (Instituto Médico de Oncología Avanzada), se consigue un tratamiento pionero para hacer frente a tumores de cabeza y cuello de manera satisfactoria.
La mayoría de estos tumores se tratan con radioterapia. Pero, cuando se trata de un paciente con cáncer recurrente que ya haya recibido este tratamiento con anterioridad, se recomienda no volver a dar altas dosis de radiación, dado los efectos secundarios.
La oncothermia resulta un gran potenciador de cara a otros tratamientos como la quimioterapia o la radioterapia. La mezcla de ambos procedimientos permite mejorar con gran eficacia el control tumoral, incluso disminuye la necesidad de utilizar métodos más invasivos, mejorando así la calidad de vida de los pacientes.
Quienes tengan cualquier duda o consulta, pueden ponerse en contacto con el equipo de IRCA. Estará encantado de facilitar toda la información necesaria para cada caso.