El fabricante británico de motores para la industria aeroespacial Rolls-Royce planea eliminar entre 2.000 y 2.500 puestos de trabajo en todo el mundo, entre el 4,7% y el 6% de su actual plantilla de 42.000 empleados, con el fin de implementar una organización más sencilla que permitirá eliminar duplicidades y generará eficiencias de costes.
La multinacional ha defendido que esta nueva estructura creará un negocio más ágil que ayudará a Rolls-Royce a desarrollar capacidades mejoradas en áreas clave como adquisiciones y gestión de la cadena de suministro, garantizando que sean tan sólidas como la excelencia técnica y de ingeniería de la empresa.
En este sentido, el área de Engineering Technology & Safety se unirá como un solo equipo en todo el grupo, responsable de la seguridad del producto, los estándares de ingeniería y los procesos, bajo la dirección de Simon Burr, actualmente director de desarrollo de productos y tecnología de Civil Aerospace, quien se unirá al equipo ejecutivo con efecto inmediato, mientras que Grazia Vittadini, directora de tecnología, dejará la empresa en abril de 2024.
Asimismo, las propuestas incluyen la creación de una nueva organización de gestión de proveedores y adquisiciones en toda la empresa para respaldar la consolidación del gasto del grupo, aprovechar la escala y desarrollar estándares consistentes.
De su lado, funciones como Finanzas, Asesoría General y Personal, también se reunirán en Rolls-Royce, estandarizando la actividad y brindando apoyo compartido para capturar sinergias y economías de escala con el objetivo a lograr una mayor efectividad.
De este modo, además de generar ahorros, un mayor enfoque en estas áreas clave conducirá a mejoras en el servicio al cliente, reduciendo los retrasos en la cadena de suministro, ha explicado la empresa.
«Estamos construyendo un Rolls-Royce preparado para el futuro. Eso significa una organización más racionalizada y eficiente que cumpla con nuestros clientes, socios y accionistas», ha subrayado Tufan Erginbilgic, consejero delegado.