La agencia de calificación crediticia S&P ha revisado de ‘negativa’ a ‘estable’ la perspectiva del grupo automovilístico alemán Volkswagen, al tiempo que ha mantenido sus valoraciones a largo y a corto plazo en ‘BBB+’ y ‘A-2’, respectivamente, ambas en grado de inversión.
S&P recordó que la compañía logró un flujo de caja libre mejor de lo esperado en 2020 y la previsión es que mejore sus previsiones también en los ejercicios 2021 y 2022, gracias a la recuperación que está experimentando el mercado automovilístico mundial, especialmente en China y en Estados Unidos.
Además, la agencia destacó que la estrategia de la compañía «encaja bien» con el apoyo de los diferentes gobiernos a la descarbonización de la movilidad, aunque avisó de que cualquier aceleración en la electromovilidad podría suponer un riesgo para el flujo de caja ante un gradual final de las ventas de modelos de combustión.
Así, S&P avisa de que podría mejorar la calificación y la perspectiva de la multinacional con sede en Wolfsburg (Alemania) en caso de que se produzca una implementación satisfactoria de la movilidad eléctrica en sus dos principales mercados, Europa y China, y siempre que se asegure un ‘free cash flow’ operativo en sus ventas de automóviles de entre el 4% y el 5%.
«Creemos que un logro así podría permitir al grupo pasar página respecto al escándalo del diésel y esperamos haber reevaluado nuestra visión del gobierno corporativo del grupo para entonces», finalizaron desde la agencia de calificación.