Los profesionales de los servicios de Urgencias de Atención Primaria de Candelaria, Güímar, Tacoronte, La Victoria, Los Realejos y La Orotava atendieron un total de 2.685 urgencias en el primer fin de semana del incendio forestal de Tenerife, un 14,11 por ciento más con respecto al fin de semana anterior.
Los datos han sido hechos públicos este viernes por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias con motivo de una reunión celebrada por la consejera de Sanidad, Esther Monzón, el director del Servicio Canario de la Salud (SCS), Carlos Díaz, y el gerente de Atención Primaria del Área de Salud de Tenerife, Jesús Delgado, con los profesionales de los centros sanitarios de las zonas afectadas por el incendio forestal para conocer de primera mano cómo se adaptó la asistencia sanitaria en esas localidades.
Así, en el encuentro participaron profesionales de los centros de salud de Güímar, Candelaria, Tacoronte, La Victoria de Acentejo, Santa Úrsula, La Orotava-San Antonio, La Orotava-Dehesa, La Matanza de Acentejo y Los Realejos, a quienes Monzón y Díaz trasladaron su agradecimiento y reconocimiento por la labor desarrollada durante el incendio, «siempre velando con dedicación y profesionalidad por garantizar la asistencia a las personas que tuvieron que abandonar sus viviendas debido a la cercanía del fuego».
En el encuentro, celebrado en Santa Cruz de Tenerife, también intervinieron miembros del equipo directivo de la Gerencia de Atención Primaria de la isla, quienes se encargaron de organizar y desplegar este dispositivo, así como de coordinar con otras Zonas Básicas de Salud de la isla las acciones necesarias para mantener la asistencia a la población residente en las áreas afectadas por el fuego.
REFUERZO DE PERSONAL
Durante los primeros días del incendio, la Gerencia de Atención Primaria de Tenerife reforzó las plantillas de trabajadores con 29 profesionales, de los que diez fueron médicos de familia y diecinueve enfermeras, a los que se sumaron los profesionales del servicio de Valoración a Domicilio (VAD) que prestaron asistencia en los albergues y pabellones donde se alojaron las personas evacuadas en La Victoria, Santa Úrsula y La Matanza.
Estos trabajadores reforzaron la actividad de los Servicios Normales de Urgencias y Puntos de Atención Continuada de las Zonas Básicas de Salud afectadas, cuyas plantillas están compuestas habitualmente por 56 profesionales de Medicina de Familia y 56 de Enfermería, recoge una nota de la Consejería.
POBLACIÓN AFECTADA
La población afectada por el fuego adscrita a los centros sanitarios de Atención Primaria ascendió a 233.818 tarjetas sanitarias individuales, correspondientes a personas residentes en los municipios de Arico, Candelaria, Guímar, La Matanza de Acentejo, Los Realejos, La Victoria de Acentejo, La Orotava, Santa Úrsula, Tacoronte y El Rosario.
La actividad asistencial de lunes a viernes entre el 16 y el 25 de agosto en las mencionadas Zonas Básicas de Salud afectadas por el incendio alcanzó las 30.594 consultas de Medicina de familia y 4.621 de pediatría.
Además, durante los primeros días del incendio forestal, la Gerencia de Atención Primaria de Tenerife llevó a cabo un refuerzo de la dotación de material y medicación necesaria para atender las afecciones respiratorias en la población sensible en los centros de salud de los municipios afectados por el incendio forestal.
Concretamente se activaron equipos de profesionales sanitarios de refuerzo en los centros de salud de Los Realejos, La Orotava, Tacoronte y la Zona Básica de Salud de Santa Úrsula, La Matanza y La Victoria de Acentejo para atender la demanda asistencial en estas zonas.
Así, se pusieron en marcha equipos triples de Medicina y de Enfermería en los Servicios Normales de Urgencias (SNU) de los centros de salud de Los Realejos y La Orotava y se reforzó con equipo de Medicina y Enfermería los puntos de Atención Continuada de Tacoronte y la Zona Básica de Salud de Santa Úrsula, La Matanza y La Victoria de Acentejo, estos últimos en horario nocturno.
También se actuó con equipos de apoyo para valoración de las personas desalojadas que se tuvieron que alojar en pabellones deportivos y residencias de mayores.
Para ello, se contó en la comarca de Acentejo con el personal de equipo de refuerzo de Valoración a Domicilio (VAD), integrado por dos enfermeros en vehículo y médicos es la sala de coordinación, y con un trabajador social en la zona de Los Realejos.
DOTACIÓN DE MATERIAL
También se puso en marcha un refuerzo de la dotación de material y medicación necesaria en los centros de salud de todos los municipios afectados del norte y sur de la isla. Igualmente, estuvo activo el almacén central de material para la provisión de medicación y la disposición de oxígeno por si fuera necesario su uso en los centros de salud de los municipios afectados.
Como consecuencia de la evacuación de las zonas, la Gerencia procedió al cierre puntual de los consultorios periféricos de Ravelo, Chamiana, La Corujera y Palo Blanco, siendo los equipos sanitarios desplazados a otros centros de referencia para atender la actividad programada con sus pacientes.
En el caso del consultorio periférico de Ravelo, las dos unidades de atención familiar (UAF) fueron desplazadas a los centros de San Juan de los Perales, en Tacoronte, y al centro de salud de El Sauzal, respectivamente.
Los efectivos sanitarios del consultorio periférico de Chamiana, en La Matanza, y de La Corujera, en Santa Úrsula, fueron desplazados a los centros de salud de referencia de ambas localidades, donde atendieron la actividad que estaba programada.
Además, los equipos sanitarios del Consultorio Periférico de Palo Blanco, en Los Realejos, se incorporaron al Centro de Salud de la localidad y se sumaron a las valoraciones clínicas iniciales en los pabellones y centros habilitados para las personas desalojadas de esa zona.