Las autoridades alemanas han notificado este sábado más de 23.000 nuevos casos de COVID-19, coincidiendo con el día en que entra en vigor el ‘freno de emergencia’ alemán que iguala las restricciones a nivel nacional en las zonas con mayor prevalencia del virus.
El Instituto Robert Koch, encargado del control de enfermedades infecciosas en Alemania, ha elevado el balance provisional de la pandemia a 3.268.645 casos, 23.392 más que el viernes. Al menos 81.444 enfermos han fallecido, lo que implica actualizar el balance con 286 muertos más.
Este sábado ha entrado en vigor una controvertida reforma que aspira a eliminar la disparidad de medidas entre las distintas regiones, de tal forma que se apliquen las mismas restricciones en aquellas áreas con una incidencia semanal superior a 100 casos por 100.000 habitantes durante tres días seguidos. A nivel nacional, el dato supera los 164 casos por 100.000 a siete días.
Entre otras medidas, la modificación a la ley de protección contra infecciones recoge un toque de queda de 22.00 a 5.00 horas, límites a las reuniones, el cierre de espacios culturales y límites en la actividad de la hostelería. Los centros educativos deberán suspender las clases presenciales si la incidencia excede de 165.
MENSAJE DE MERKEL
La canciller alemana, Angela Merkel, ha defendido en su discurso semanal la necesidad de seguir aplicando este tipo de restricciones, según la agencia DPA. «Ningún país que haya logrado romper la tercera ola de la pandemia para luego relajar las limitaciones lo ha conseguido sin tomar primero medidas duras como los toques de queda nocturnos», ha dicho, en alusión a la medida más polémica de todo el paquete.
En este sentido, ha recalcado que es necesario establecer controles a nivel nacional para bajar cuanto antes las contagios mientras avanza la campaña de vacunaciÓn, que «está ganando velocidad» y es «la clave para superar la pandemia». Más del 22 por ciento de los alemanes ya han recibido al menos una dosis de la vacuna, mientras que un 7 por ciento ha completado la pauta.
La ministra de Justicia, Christine Lambrecht, ha planteado en declaraciones al periódico ‘Handelsblatt’ la posibilidad de levantar ciertos límites a las personas ya vacunadas, una hipótesis que considera no tanto un «privilegio» sino «un cumplimiento de la Constitución».
«Si se establece que la vacunación no solo protege contra la enfermedad, sino que también previene la transmisión del virus, se debe tener en cuenta», ha argumentado. Está previsto que el tema se trate el lunes en una reunión de autoridades federales y regionales.