Aldi ha evitado la emisión de 5.368 toneladas de CO2 al año mediante sus sistemas de refrigeración, instalados en el 30% de sus supermercados (en concreto, en 126 de las 411 tiendas que posee), y que solo utilizan CO2, un refrigerante natural que no perjudica ni daña al medio ambiente, según ha informado la compañía en un comunicado.
Asimismo, durante el año pasado, Aldi incorporó más de 19.230 módulos a su red de instalaciones fotovoltaicas, lo que permitió cerrar el año con más de 37.430 placas (equivalente a más de 85.640 metros cuadrados de superficie) y evitar la emisión a la atmósfera de más de 3.600 toneladas de CO2 a través del uso de energía solar.
Las instalaciones fotovoltaicas de la compañía están actualmente en alrededor de 210 tiendas por todo el país, lo que ha permitido aprovechar el 97% de la energía generada para el propio consumo del establecimiento y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por otra parte, todos los supermercados de la empresa cuentan con iluminación LED y más de la mitad (concretamente 210 tiendas) disponen de domótica para mejorar la eficiencia en la climatización e iluminación. Además, la compañía dispone de 390 puntos de recarga para coches eléctricos en más de 150 tiendas.
La cadena de supermercados también ha trabajado en la reducción del uso de plásticos, especialmente el que es de un solo uso. De este modo, en los últimos tres años, a través de la eliminación de productos de plástico desechable, el rediseño de los envases o la sustitución del plástico virgen por cartón o plástico reciclado, Aldi ha ahorrado más de 1.730 toneladas de plástico virgen y espera conseguir que en 2025 todos los envases de marca propia sean reciclables, reutilizables y/o compostables.