La Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) denuncia que tres de cada diez alojamientos vacacionales que se han puesto en alquiler en España este verano son viviendas particulares que carecen de licencia turística.
En un comunicado la organización denuncia que el sector de la pequeña hotelera español está sufriendo «una gran amenaza», fruto del aumento de las viviendas familiares que son convertidas en alquileres vacacionales con o sin licencia turística.
En su opinión este fenómeno pone en riesgo uno de los principales motores de la economía española afectando principalmente a pymes como establecimientos de turismo rural, pequeños hoteles y hostales que suelen estar regentados por unidades familiares.
«Estos contemplan atónitos, como las administraciones competentes siguen concediendo autorizaciones a viviendas para uso turístico sin tener en cuenta la competencia desleal que se produce frente a los estrictos requisitos normativos exigidos a los establecimientos hoteleros, los problemas de convivencia que se derivan para los vecinos y los altos precios de los alquileres de vivienda residencial», denuncia la organización.
Según UPTA el problema más grave surge cuando una persona quiera trabajar y necesite una vivienda en ciudades como Madrid, Valencia, Barcelona, Sevilla o en las Islas Baleares, ésta no pueda pagar lo que están pidiendo por los alquileres de vivienda residencial, puesto que, los mayores tenedores de propiedades, las dedican exclusivamente al alquiler de vivienda turística.
A esto se añaden que la mayoría de los alquileres de viviendas vacacionales carecen de licencia turística por lo que operan sin declarar ingresos, «utilizando la economía sumergida y causando un importante perjuicio al sector y a las arcas públicas».
El presidente de UPTA, Eduardo Abad denuncia el uso y permisibilidad «exagerada» de este tipo de establecimientos que en España se dedican a competir de forma desleal «contra aquellos que pagan impuestos, contratan personas y que crean riqueza económica.»