Copese: el porcino segoviano que dobla ingresos y plantilla en diez años

Por Redacción

El Grupo Alimentario Copese nació en el año 1976. Arrancó con un modesto proyecto empresarial basado en la comercialización de pienso. Con el paso de los años se ha convertido en una firma que factura más de 67 millones de euros y genera más de 320 empleos directos y de 150 indirectos.

La actividad de la compañía se centra en el sector primario. Favorece la explotación de los recursos naturales de su zona de actuación -Coca y pueblos de alrededor situados en las provincias de Segovia, Ávila y Valladolid-.

A día de hoy, el holding agroalimentario controla prácticamente al 100% el proceso de producción a través de diferentes áreas de negocio -genética, piensos, porcino, vacuno, productos frescos y transformados…-. “Conforman lo que internamente se denomina P.I.P.: Proceso Integrado de Producción, sin el cual sería imposible asumir el reto de la calidad y la trazabilidad que la firma lleva en su ADN”, explica José Muñoz, CEO del grupo.

La misión de Grupo Copese es contribuir a mejorar la nutrición de las personas ofreciendo una gran variedad de productos cárnicos, inocuos y de calidad máxima. Para conseguirlo se realiza un proceso integrado de producción que permite transformar la proteína vegetal en proteína animal; siempre con el compromiso de mantener el origen del grupo empresarial, basado en la búsqueda constante de mejoras en la alimentación animal, a través de la distribución de piensos con todas las garantías de calidad y seguridad. La compañía gestiona las tres líneas de negocio: explotaciones porcinas, fábrica de piensos e industria cárnica.

Tras el nacimiento de Piensos COPESE en 1976, en 1977 comenzaron la actividad porcina. En 1989  iniciaron la primera granja propia: Los Eriales. En 1990 implantaron la producción propia de ganado porcino para producir un cerdo de gran calidad. En 1993 nació la marca Eresma, y el grupo comenzó la transformación de una parte de la producción en jamones, embutidos, despiece y canales. En 2002 se desarrolló un programa informático, “Hermes”, y se convirtió en pionero en España en transmisión de datos en tiempo real a través de Internet. En 2016 transformaron la imagen corporativa de Eresma. Con el nuevo claim, De la granja a tu mesa, resumen su filosofía basada en su proceso integral de producción. En 2017 iniciaron la actividad cárnica en vacuno. En 2019 comenzaron Hola Food, centro cárnico situado en Villacastín (Segovia).

Entre los retos más complejos de Copese estuvo comprar la primera fábrica de piensos en Alcalá de Henares para desmontarla y montarla en Coca en el año 1978. La ampliación del centro cárnico Las Salinas en 2007 con la incorporación del sacrificio, actividad que no habían hecho hasta entonces, fue también un desafío. La situación también fue difícil cuando, por iniciativa de la empresa, presentaron un preconcurso de acreedores en el año 2009 tras la crisis de precios en los cereales, coincidente en el tiempo con la crisis en el sector ibérico. La situación concluyó con la firma del convenio de reestructuración financiera con un aplazamiento, que era lo que se pedía, sin quita a los proveedores y bancos, y con el pago de los importes con intereses. El último gran desafío ha sido la adquisición y puesta en marcha del gran centro cárnico de Villacastín entre los años 2018 y 2019, “una gran instalación que nos va a permitir crecer de forma exponencial”.

La inversión inicial en la compañía fue de 35 millones de pesetas en 1976. En 2010 facturaron 32,8 millones de euros, y en 2019, 66,4. En diez años la plantilla ha crecido de una media de 157 empleados a final de 2010 a una de 322 empleados en el primer semestre de 2020 en todas sus empresas.

Aunque las ventas a terceros países aún no son significativas, el objetivo es que en el año 2025 representen un  30 % de la facturación de Hola Food, el centro cárnico del holding.

El foco de los próximos años se pone en aumentar el valor añadido de los productos que la firma comercializa bajo su marca Eresma. La compañía invertirá en I+D para desarrollar una línea de cuarta y quinta gama que responda a las necesidades de un mercado que cada vez tiene menos tiempo para cocinar. También potenciará la línea de vacuno para que, siguiendo la experiencia de la marca con el porcino, se convierta en la segunda línea de negocio de la compañía por volumen de facturación. El objetivo del grupo es convertirse en el periodo 2020-2025 en una de las empresas cárnicas de referencia a nivel nacional, así como tener mayor presencia en mercados exteriores.