Bodegas Montecillo impulsa su apuesta por la sostenibilidad con la plantación de su primer viñedo 100% ecológico, según ha informado la bodega en un comunicado.
En concreto, estos vinos de la tercera bodega más antigua de D.O.Ca Rioja podrán disfrutarse entre lo años 2027, para las variedades Tempranillo y Viura de viñedos vinculados, y 2028, para la Garnacha tinta de viñedo propio.
El equipo de Mercedes García Rupérez, enóloga y directora técnica de Bodegas Montecillo desde hace 15 años, ha desarrollado un estilo nuevo de elaboración denominado ‘desde el origen’, con lo que consigue una nueva producción aún más sostenible en sus tres variedades: Garnacha tinta, Tempranillo tinto y Viura blanco.
El viñedo propio de la variedad de Garnacha tinta contará con una extensión de tres hectáreas y representará un 0,5% de la producción de vino de Bodegas Montecillo, un dato que se espera ir ampliando en el futuro. Por su parte, las otras dos variedades, Tempranillo y Viura, tienen su origen en los viñedos controlados, donde se ha trabajado con viticultores habituales que han cuidado estas variedades bajo la tutela de Bodegas Montecillo desde su inicio.
De esta forma y contando con el total de las tres variedades ecológicas, la producción de la gama eco supondrá un 2% del total.
«En el caso del viñedo ecológico, será un vino con muy poco sulfuroso, con las técnicas de elaboración más enfocadas a un vino semi-crianza que de larga guarda. Hemos elegido este tipo de uva también pensando en el cambio climático, ya que es una uva rústica, muy adaptada a todo tipo de terrenos y a la sequía», ha explicado la enóloga.
La bodega ha explicado que este cambio a viñedo ecológico ha sido progresivo, ya que se necesita tiempo para adaptarse al tipo de producción del viñedo ecológico. «Al ser viñedos nuevos, la concentración de la uva no es tan alta como en viñedos viejos con más de 30 ó 40 años. Es una elaboración que no tiene tanta extracción y en la que las crianzas son más cortas, buscando mucha más fruta que se tratará en recipientes más grandes (barricas de 500 litros) para tener menos intensidad de madera», ha señalado.
«El cuidado al medio ambiente no es una tendencia, sino un estilo de vida que cada vez tiene más adeptos. En España, por ejemplo, la superficie de viñedo eco ha aumentado considerablemente en los últimos años», ha recordado García.
En su apuesta por la sostenibilidad, la bodega ha empezado a utilizar energías renovables con una planta de placas solares para autoconsumo y han comenzado los trámites para conseguir la Certificación Wineries for Climate Protection (WfCP), un sello a nivel nacional específico para el sector del vino que permite medir el desempeño de las bodegas en cuatro ámbitos concretos: reducción de gases de efecto invernadero, reducción de residuos, gestión del agua y eficiencia energética.