‘Mujeres que conocí’, de Esther Fernández Moncayo es la historia de mujeres maravillosas que necesitaron una mano amiga y nunca les llegó

Por Remitido

Mujeres que Conocí es un libro lleno de vida, que cuenta la vida de mujeres que por las circunstancias que les tocó vivir en ese momento, no vivieron la vida que deberían haber vivido. “Es un libro que está de plena actualidad cuenta historias reales de mujeres. Las lectoras se sentirán identificadas y reconocerán en ellas otras mujeres, que pasaron o están pasando por situaciones similares”

Así, a través de las páginas de esta obra, Esther Fernández Moncayo da voz a estas mujeres que no la tuvieron con la esperanza de que sus experiencias puedan ayudar a otras. 

Publicada en Círculo Rojo Grupo Editorial, el lector va a encontrarse con las historias de mujeres que se resignaron a vivir lo que les tocó sin levantar la voz, mujeres que callaron y vivieron según las reglas de otros, porque era lo que había que hacer. “Mujeres maravillosas que necesitaron una mano amiga y nunca llegó. Historias contadas con mucho respeto, para darles la voz que nunca tuvieron”, añade Esther.

Sinopsis

Este libro cuenta la historia de ocho mujeres: Margarita, Carla, Elena, Luisa, Nuria, Paloma, Ana y Macarena.

Ocho mujeres cuyas circunstancias las obligaron, en unos casos «por el qué dirán» en otros «porque tenían que hacer fácil la vida a los demás». Sin pensar en lo que ellas querían o necesitaban, mujeres que callaron y vivieron según las normas de otros porque era lo que había que hacer. 

Sometidas por hombres, por la familia, porque es lo que toca, porque se es mujer y su obligación es complacer a todos, y cuando llegan los golpes, llegan acompañados de soledad, de aislamiento, de miedo, de angustia… Mujeres que en algún momento de su vida necesitaron una mano amiga y esa mano nunca llegó.

Autora

Esther Fernández Moncayo (Madrid, 1965). Aficionada a tomar notas de todo lo que la ha impresionado, emocionado o llamado la atención a lo largo de su vida.

Convertir todas esas anotaciones en un libro, su primer libro, para dar voz a mujeres anónimas, con las que otras mujeres se sentirán identificadas, reconocerán a sus abuelas, tías, madres, amigas, hijas. Hemos avanzado mucho, pero queda un largo camino que recorrer y no se puede dar ni un paso atrás.

Está convencida de que a su madre le dijeron el día que nació «ha tenido usted una feminista», y ahí está poniendo su granito de arena para que más pronto que tarde exista una igualdad real entre mujeres y hombres. Trabajar para que el sufrimiento no sea siempre para las mujeres y los privilegios para los hombres