Las consultas médicas por molestias y dolores de espalda han aumentado a lo largo de los últimos años. Algunos de los principales motivos de los dolores de espalda se relacionan con la mala postura, tanto al estar sentado como al dormir. En este sentido, la calidad y el tipo de colchón determina gran parte de la postura y comodidad para descansar, ya que las personas adaptan estas posturas de forma inconsciente dependiendo de las características que tenga el colchón. Algunas de estas características importantes a considerar son la firmeza y suavidad de un colchón para prevenir y tratar problemas de espalda. Si el colchón en el que se duerme es demasiado duro o blando incapacitando que el durmiente adopte una postura correcta al dormir, se debería considerar cambiar el colchón. No obstante, cambiar un colchón hoy en día puede significar un enorme gasto de dinero, por lo que muchas personas hacen caso omiso a recomendaciones que podrían mejorar su calidad de vida. Hay accesorios llamados topper para colchón duro, que están diseñados para brindar confort a la hora de dormir, reduciendo las probabilidades de sufrir dolores de espalda e incrementando la calidad de sueño.
Un estudio realizado por European Bedding Industries’ Association (EBIA) destaca la importancia que tienen las condiciones del colchón en la prevalencia de dolores de espalda, hombro y cuello. Mediante pruebas con distintos tipos de colchones los especialistas lograron comprobar que un colchón nuevo, es decir, uno que aún conserva su firmeza y suavidad, puede ayudar a mejorar el dolor de espalda y hombros en un 63%, y mejorar la calidad del sueño en un 65%. Estos resultados traen consigo la cuestión económica, ya que comprar colchones nuevos reiteradas veces puede representar un gasto desproporcionado, teniendo en cuenta que el mismo estudio realizado por EBIA ha demostrado que los colchones más baratos del mercado suelen tener menos resistencia al paso del tiempo. Esta situación demanda nuevas alternativas y soluciones a un problema común.
La pregunta que mucha gente se hace es en qué características debe fijarse para elegir el colchón que mejor se adapta a sus necesidades. La más importante es la firmeza, la cual se determina gracias a la densidad y ayuda a que el durmiente escoja entre colchones duros, medios o blandos. Un colchón demasiado duro hará que las articulaciones no estén apoyadas de forma correcta y los puntos de presión en los hombros y caderas aumentará. Si, por el contrario, es demasiado blando, estos mismos puntos se hundirán haciendo que la columna no esté alineada, por lo que se recomienda elegir una firmeza media.
Por otro lado, el material con el que esté hecho el colchón también es importante para aliviar dolores de espalda. Un relleno de colchón más grueso se traduce en un relleno de calidad y un confort asegurados. Uno de los materiales más recomendados es la viscoelástica, ya que este material tiene una alta adaptabilidad a cada persona por lo que el peso se distribuye de forma óptima por todo el colchón aliviando los puntos de presión.
Un topper para colchón se coloca por encima del colchón para obtener una superficie más cómoda y adaptada para el descanso. En el caso de un colchón duro, o demasiado blando, el topper sirve para devolver las propiedades adecuadas al colchón, renovando su firmeza, suavidad y confort, como si fuese nuevo. La capacidad que tiene un topper para ajustarse a la forma del cuerpo permite que la espalda y el cuello descansen en posiciones naturales, mejorando y previniendo los dolores asociados a la mala postura. Gracias a sus precios accesibles, y la capacidad de adaptarse a varios colchones, comprar toppers resulta mucho más conveniente que renovar un colchón. En este contexto, el topper viscoelástico para colchón duro de Perlanit es una de las mejores y más completas opciones. Hecho con materiales que lo hacen transpirable y fácil de limpiar, este topper tiene la capacidad de renovar la comodidad y mejorar la calidad de sueño para un bienestar integral.
