Las acciones de los bancos regionales estadounidenses Pacific Western Bank y Western Alliance Bancorp se convertían en las últimas víctimas de las tensiones financieras y llegaban a hundirse este jueves más de un 60% en Wall Street en medio de informaciones que apuntan a la búsqueda de alternativas estratégicas, incluyendo la potencial venta de la totalidad o parte de sus respectivos negocios.
De tal modo, la cotización de las acciones de Pacific Western Bank (PacWest) confirmaban los temores de desplome anticipados en la negociación ‘after hours’ de ayer y llegaban a ceder un 61,3% tras la apertura de la Bolsa de Nueva York, aunque lograban enjugar en parte la caída a menos del 60% tras confirmar que está revisando «opciones estratégicas».
«Recientemente, varios socios e inversores potenciales se acercaron a la compañía; las conversaciones continúan», confirmó el banco en un comunicado, subrayando que continuará evaluando todas las opciones para maximizar el valor para los accionistas.
PacWest recordó que, a principios de año, anunció un nuevo plan estratégico diseñado para maximizar el valor para los accionistas centrándose en el fortalecimiento de su enfoque de banco comunitario, la salida de productos no esenciales y la mejora de su eficiencia operativa.
«Hemos estado ejecutando esta estrategia y hemos acelerado muchos de estos objetivos en respuesta a la reciente volatilidad del mercado en la industria bancaria», apuntó la entidad, subrayando que no ha experimentado flujos de depósitos fuera de lo común tras la venta el pasado lunes del negocio de First Republic Bank a JPMorgan Chase.
De hecho, indicó que los depósitos principales de los clientes han aumentado desde el 31 de marzo de 2023, con un total de 28.000 millones de dólares (25.358 millones de euros) a 2 de mayo de 2023 con depósitos asegurados por un total del 75% frente al 71% al final del trimestre y el 73% al 24 de abril de 2023.
En el caso del Western Alliance Bancorp la entidad aseguró este miércoles que «no ha experimentado flujos de depósitos inusuales luego de la venta de First Republic Bank y otras noticias recientes del sector».
De tal modo, informó de que sus depósitos a 2 de mayo de 2023 ascendían a 48.800 millones de dólares (44.196 millones de euros), por encima de los 48.200 millones de dólares (43.653 millones de euros) del lunes 1 de mayo, mientras que en el trimestre aumentaron en 1.200 millones de dólares, hasta 47.600 millones de dólares (43.109 millones de euros) a 31 de marzo.
Asimismo, la entidad informó de que a 2 de mayo de 2023, de acuerdo con los requisitos reglamentarios, los depósitos asegurados representaban más del 74% del total de los depósitos del banco, con una cobertura de liquidez de los depósitos no asegurados a partir de la liquidez en balance y la capacidad de endeudamiento disponible del 165%.
Sin embargo, según fuentes consultadas por ‘Financial Times’, Western Alliance habría contratado asesores para explorar sus opciones estratégicas, aunque el banco con sede en Arizona afirmó posteriormente que «esta historia es absolutamente falsa. No hay verdad en ello».
Por otro lado, en medio de las turbulencias del sector financiero estadounidense, este jueves el canadiense TD Bank y el banco estadounidense First Horizon rompían su acuerdo de fusión, pactado en febrero de 2022 con un valor de 13.400 millones de dólares (12.136 millones de euros).
Tras el anuncio del abandono de la transacción, que las entidades atribuyeron a que TB Bank informó de que no cuenta con un calendario para obtener las aprobaciones regulatorias, las acciones de First Horizon llegaban a hundirse más de un 40% en Wall Street
Por otro lado, a pesar de las tensiones financieras, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió ayer por unanimidad una subida de los tipos de interés de 25 puntos básicos, hasta situarlos en un rango objetivo de entre el 5% y el 5,25%, el nivel más alto en 16 años.
No obstante, a diferencia de la subida anterior, esta vez la Fed no mencionó que sean necesarias más subidas de del precio del dinero para doblegar el repunte de los precios y devolver la inflación al objetivo del 2%.