La gestora de fondos BlackRock cerró el primer trimestre de 2023 con un beneficio neto atribuido de 1.157 millones de dólares (1.054 millones de euros), lo que equivale a una reducción del 14,2% en comparación con el mismo periodo de 2022, según ha informado este viernes la firma.
Al concluir el primer trimestre, los activos bajo gestión de BlackRock ascendieron a 9,09 billones de dólares (8,28 billones de euros), una cifra que supone un retroceso del 5% respecto de los casi 9,57 billones de dólares (8,72 billones de euros) al mismo cierre en 2022.
En el trimestre, la entidad contabilizó entradas netas por importe de 110.318 millones de dólares (100.505 millones de euros), impulsadas por el crecimiento de sus fondos a largo plazo, que registraron entradas netas de 102.700 millones de dólares (93.564 millones de euros) entre enero y marzo.
La cifra de negocio de BlackRock en estos tres primeros meses del año alcanzó los 4.243 millones de dólares (3.865 millones de euros), un 9,7% menos, principalmente, por la contracción del 8,6% de los ingresos por asesoramiento de inversiones, comisiones de administración y préstamo de valores, que sumaron 3.502 millones de dólares (3.190 millones de euros).
«Creo que la actual crisis de confianza en el sector bancario regional acelerará aún más el crecimiento de los mercados de capitales, para lo cual BlackRock está posicionada para ser líder», ha indicado Laurence D. Fink, presidente y consejero delegado de BlackRock.