El director de Fabricación de Ford España, Dionisio Campos, ha defendido que «el compromiso con la electrificación es un reto significativo» que va a «requerir de una gran responsabilidad de todos», supone un «cambio masivo» en el proceso de producción pero al mismo tiempo «ofrece una gran oportunidad», y que Ford tiene «la responsabilidad de liderar esta revolución» en la Comunidad Valenciana junto al resto de actores.
Además, ha reivindicado a la multinacional automovilística como una «importante fuerza social y tractora en la Comunidad Valenciana y España», por su contribución en empleo, a la generación de riqueza y capacidad de atraer otras inversiones del sector.
Campos ha pronunciado la conferencia ‘Almussafes, a driving force for cutting-edge mobility’, en la primera jornada de eMobility Expo & World Congress, que se celebra este martes, miércoles y jueves en Valencia.
La fábrica de Almussafes fue la elegida para producir la nueva plataforma de vehículos eléctricos GE2 a partir de 2025, una decisión que aseguró la carga de trabajo en los próximos años. La factoría, que en abril dejará de producir dos de los modelos que fabrica, se encuentra inmersa en la negociación de un nuevo ERE.
El director de Fabricación ha expuesto, durante su conferencia, que «el mundo en el que vivimos está todo interconectado» y ha llamado la atención sobre «el impacto que tienen las decisiones que se toman en otras partes del mundo», cuando una guerra en Ucrania y una pandemia afectan, por ejemplo, al suministro de componentes y, por tanto, a los procesos de la fábrica valenciana.
Además, ha apuntado que «el mundo está cambiando muy rápido» y la industria de la automoción está «trabajando en un nuevo concepto más allá del transporte» en el que los vehículos están conectados entre sí, con las ciudades y los consumidores, una transformación que «tiene un impacto en toda la cadena de valor» y que «requiere una rápida evolución para satisfacer las necesidades del consumidor».
«El potencial cliente está buscando un teléfono con ruedas, buscando más los servicios que el vehículo en sí», que integre avances de software y «procese muchas informaciones rápidamente». En ese sentido, la compañía debe trabajar en una «evolución en capacidades», generar «nuevos empleos de calidad» y, junto con el resto del sector, «adaptarse como cualquier industria», «como hizo la industria del teléfono».
En ese escenario, la fábrica de Ford en Almussafes «se enfrenta a la responsabilidad de liderar esta revolución en la región junto al resto de actores», ha asegurado, al tiempo que ha señalado que la industria está «cambiando el paradigma» e «inmersa en un cambio radical» que conlleva «empezar casi de cero», «reinventando no solo el sistema de propulsión sino el coche completo». Un «cambio masivo» que «implica al proceso de manufactura».
El director de Fabricación ha subrayado que «aquellos familiarizados con la fabricación de vehículos no le tienen miedo» a esta transformación y «están en una evolución constante» en la que «el reto de la movilidad eléctrica es una motivación adicional» y una «oportunidad fantástica frente a nosotros».
«Reconocemos que tenemos un papel que jugar en la Comunidad Valenciana» y que Ford es «una importante fuerza tractora y social en la región y en España», pues es «bien conocida su contribución al empleo, a la creación de riqueza», ha señalado, y ha indicado que el 90% de los productos que fabrican en Almussafes se exportan a más de 60 países. Además, ha puesto en valor cómo esta «significativa» cantidad de exportaciones ha «facilitado el crecimiento de infraestrucutras» como el Puerto de Valencia.
Asimismo, ha incidido en que Ford está generando un «efecto para la llegada de otras multinacionales» vinculadas al sector con un «peso importante en la Comunidad», y ha asegurado que «invertir en la industria de la automoción permite a la Comunidad desarrollar las adecuadas capacidades y facilitar el movimiento de otros fabricantes», para recordar cómo la semana pasada se colocó la primera piedra de la gigafactoría de PowerCo, del grupo Volkswagen, en Sagunto.
Por todo ello, ha asegurado que Almussafes «está bien posicionado para producir la nueva generación de vehículos eléctricos» y que la transición en la que trabaja la compañía «es necesaria para mover su portfolio de vehículos hacia el futuro». Un escenario, ha subrayado, que no habría sido posible «sin la contribución de la Generalitat y las autoridades nacionales».
Así, ha subrayado que en Ford están «preparados para afrontar una significativa reestructuración», un «cambio en el perfil de empleo», en los procesos de manufactura y de gestión de la información.
Además, ha subrayado que esta transformación no puede entenderse sin la sostenibilidad y ha destacado el compromiso de la firma por reducir su huella ambiental y lograr una huella de carbono neutra en 2035 y que toda su flota sea eléctrica en 2030.
También ha puesto en valor que desde enero de 2022 solo se emplean energías verdes en Almussafes y que se está ampliando su planta solar con el objetivo de llegar a 10 megavatios el año que viene.
«El compromiso con la electrificación es un reto significativo» que va a «requerir de una gran responsabilidad de todos», pero al musmo tiempo «ofrece una gran oportunidad para evolucionar nuestra huella industrial en una más sostenible». «Es un trabajo de equpo, nadie puede hacerlo solo» y «requerirá de todo el compromiso de los actores y reguladores», con el «objetivo común de hacer un mundo mejor para el futuro».